Religion
Luis Argüello apuesta por «la fe sencilla de los pueblos» en su ordenación episcopal
El nuevo obispo auxiliar de Valladolid inicia su tarea pastoral con «una preocupación singular por los más pequeños y los necesitados»
El nuevo obispo auxiliar de Valladolid inicia su tarea pastoral con «una preocupación singular por los más pequeños y los necesitados»
Con el ofrecimiento del amor a la vida de la Iglesia y una apuesta rotunda «por la vida y la fe sencilla de nuestros pueblos». Así comienza su tarea pastoral el nuevo obispo auxiliar de Valladolid. A esta defensa, Luis Argüello, ha añadido «una preocupación singular por los más pequeños y los necesitados» y ha ofrecido una propuesta de familia, «que transmite virtudes y custodia la fragilidad de manera incondicional, y quiere colaborar en el impulso y renovación del Estado del bienestar con su presencia en la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales».
Ante más de 4.000 fieles que abarrotaban la Santa Iglesia Catedral y sus alrededores, Monseñor Argüello, recibió el orden episcopal de manos del presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, cardenal arzobispo de Valladolid. Acompañaron al nuevo obispo auxiliar una treintena de obispos y cardenales y cientos de sacerdotes.
Tras recibir el anillo, la mitra y el báculo, el nuevo prelado animó a los presentes a «testimoniar con obras y palabras que creer en Dios es bueno, que nos hace bien y contribuye a fundamentar y dar horizonte al bien común». Monseñor Argüello agradeció la presencia del nuncio apostólico, Monseñor Renzo Fratini, en la ceremonia, a quien rogó que trasladara al Papa su intención de ser como dice Francisco, «un obispo orante y pastor que sigue el ejemplo de Cristo que no vino a ser servido sino a servir».
Luis Argüello tuvo un recuerdo especial para quien fuera durante casi 30 años arzobispo de Valladolid, el querido Don José Delicado, ante cuya tumba, en una capilla lateral del templo catedralicio, oró antes de iniciar la ceremonia. El nuevo prelado mostró también su incalculable gratitud al cardenal Blázquez con estas palabras: «Hermano Ricardo, contigo voy a aprender a ser apóstol, voy a ensayar la fraternidad episcopal y voy a seguir tus indicaciones en el pastoreo de este pueblo santo y fiel que se nos ha encomendado». En las primeras filas se encontraba el padre del nuevo obispo que siguió la ceremonia con visible emoción, especialmente cuando su hijo recordó a los que seguían esta ceremonia desde el otro lado: «nuestra madre, Rafael, abuelos, tíos, tío José».
«Pedidnos algo más que el voto cada cuatro años, o en esta ocasión seis meses, y los impuestos de cada ejercicio», aseguró también, en su primera alocución, el ya obispo auxiliar de Valladolid, quien ofreció la «catolicidad del corazón para no cerrarnos en intereses corporativos y tener en cuenta las necesidad de otras gentes en otros sitios».
La ceremonia estuvo marcada por la festividad del día dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, cuya devoción ha echado raíces profundas en la Diócesis de Valladolid, a partir de la experiencia singular del beato Bernardo de Hoyos.
«Por la ordenación episcopal entras en la sucesión de los Apóstoles para custodiar la tradición apostólica, mantener la fidelidad a lo que el Señor nos ha transmitido, y la Iglesia ha recibido como herencia preciosa», recordó el cardenal Blázquez a su obispo auxiliar.
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