Castilla y León

Más de 102.000 menores de 35 años de la Comunidad cambiarían de lugar de residencia por un trabajo

En Castilla y León hay 431.200 personas con edades comprendidas entre los 16 y 34

La Razón
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Más de 102.000 jóvenes parados de Castilla y León estaría dispuesto a cambiar de residencia para conseguir un trabajo. Son el 46,3 por ciento de los castellanos y leones no ocupados entre 16 y 34 años y supone el quinto mayor porcentaje del conjunto de España, solo por detrás de los jóvenes de Castilla-La Mancha (48,8 por ciento), Andalucía (48,2 por ciento), Galicia (47,7) y Aragón (46,9 por ciento). En cambio, los jóvenes de Baleares (33 por ciento), navarros (36,3 por ciento) y madrileños (37 por ciento) son los más reacios a ir fuera para trabajar. En todo caso, la tasa de la Comunidad está 2,6 puntos por encima de la media nacional.

Es una de las conclusiones de la Encuesta de Población Activa (EPA), que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) en colaboración con la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat), con un módulo sobre la incorporación de los jóvenes en el mercado laboral en 2016. Un estudio que recoge que Castilla y León contaba el año pasado con 431.200 personas entre 16 y 34 años, de las que 220.700 eran no ocupados y otras 210.500 ocupadas. De esos más de 220.000 jóvenes desocupados, casi la mitad de ellos afirmó estar dispuesto a cambiar de residencia para conseguir un empleo, lo que supone el 46,3 por ciento frente al 43,7 por ciento de España.

A nivel nacional, 2,1 millones de menores no ocupados de 34 años optarían por moverse para encontrar un trabajo.

La encuesta del INE, a la que ha tenido acceso la Agencia Ical, también analiza la relación de los jóvenes estudiantes con el mercado laboral. En ese sentido, el 24,9 por ciento de los menores de 34 años que residía en la Comunidad aseguró que había tenido alguna experiencia laboral mientras realizaba sus estudios, frente al 25,3 por ciento en España. La estadística está liderada por el País Vasco (34,4 por ciento), Navarra (32,4 por ciento) y Madrid (32,3 por ciento). La EPA especifica que un 44 por ciento de estos 107.700 jóvenes castellanos y leoneses que compatibilizaron estudios y trabajo lo hizo porque esta formación era parte de su plan de estudios y, por tanto, obligatoria. En cambio, había otro 54 por ciento (59.100 estudiantes) que estaba empleado sin tener relación con la actividad académica.