Emprendedores

Más de 600 vallisoletanos se aprovechan de los intercambios del Banco del Tiempo

Su responsable, Juan Manuel Primo, hace un balance muy positivo de sus diez años de vida

Reunión de los socios del Banco del Tiempo de Valladolid
Reunión de los socios del Banco del Tiempo de Valladolidlarazon

Hace ya varios años aparecieron en España los denominados Bancos del Tiempo. Se tratan de una herramienta con la cual, un grupo de personas puede crear una alternativa económica social. Se intercambian habilidades entre los miembros sin utilizar dinero, únicamente se contabilizan las horas de servicio prestado y recibido.

En nuestro país ya existen cerca de 300, y tan sólo siete de ellos tienen diez años o más. Entre los más consolidados se encuentra el de Valladolid, que pertenece a la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento. Su responsable, Juan Manuel Primo, charla con LA RAZÓN, y hace un balance de su primera década de vida. «Nosotros empezamos cuando apenas eran conocidos proyectos de este tipo y tuvimos muchas dificultades para explicar nuestra iniciativa», dice. A día de hoy el Banco del Tiempo de la capital vallisoletana cuenta con 598 socios (la mayor parte mujeres) y 8.000 intercambios, con un total de 11.480 horas que sus miembros han invertido en ayudar a otros bajo el lema «Mi hora por tu hora». A lo largo de este año se han realizado cerca de 900 intercambios.

Juan Manuel Primo asegura que este servicio necesita más visibilidad y promoción, sin embargo, comenta que tampoco están buscando incrementar en exceso su número de socios. «Preferimos ir poco a poco. No queremos un Banco con 900 inscritos y que no lo usen, sino que todo el mundo que esté participe». Cada año se avisa a aquellas personas que no lo han utilizado o que no han realizado ningún intercambio y se les pregunta si quieren continuar en el proyecto. «No se ha producido ninguna baja por mal comportamiento o uso del Banco», declara. Y es que se trata de una forma muy valiosa y distinta de relacionarse y hacer vecindad y un modelo de socialización que crea vínculos de relación humana.

Cada socio es titular de una cuenta corriente del tiempo y dispone de un talonario personal que utiliza al recibir un servicio. Según explica Primo, los intercambios pueden ser de tres tipos: individuales, colectivos y grupales. «Intentamos fomentar los individuales, un trueque o transacción de servicios en el que todo servicio vale lo mismo», dice. Los colectivos son aquellos en donde una persona enseña a los demás, como puede ser un taller de cocina o sastrería, y, por su parte, los grupales se producen cuando se reúnen varios individuos para hacer una actividad pero sin nadie que dirija o aporte un conocimiento extra, como podrían ser charlas de inglés o actividades de patinaje.

Recientemente el Banco del Tiempo de Valladolid se ha hecho cargo de la coordinación de la ayuda a refugiados a la ciudad, lo que ha tenido una buena respuesta, pues se abrió el teléfono a las llamadas de la ciudadanía, que ofertaron múltiples servicios y ayuda a los desplazados sirios como acompañamiento, idiomas o asesoría jurídica entre otras muchas cosas.