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No dejes pasar ese ascensor

La Razón
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Imagina que la próxima vez que estés esperando un ascensor coincides con ese inversor importante al que nunca tienes acceso para poder hablarle de tu proyecto. Sabes que dispondrás de unos segundos, un par de minutos como máximo, para presentarte y contarle algo lo suficientemente interesante como para conseguir una segunda entrevista. ¿Tienes ya preparado tu discurso?

El discurso del ascensor (del inglés elevator pitch) es un breve resumen usado para definir de manera sencilla un proyecto, producto o servicio y su valor diferencial. La idea recrea un escenario en el que te encuentras con alguien importante (un inversor, un cliente o un potencial colaborador) en un ascensor y tienes unos pocos segundos para conseguir captar su atención.

Un elevator pitch debe ser corto, claro y fácil de recordar. Intenta hacerlo en 4 o 5 frases y contarlo de manera pausada en menos de 1 minuto. Cuenta cuál es la idea fundamental del negocio, quién es tu cliente, cuál es su problema y cómo tu producto va a ayudarle a resolverlo. Si es un producto novedoso, procura usar símiles que ayuden a tu interlocutor a hacerse rápidamente una idea del mismo. Habla brevemente de los resultados obtenidos hasta el momento e incluye datos creíbles que avalen tu proyecto. Presenta a tu equipo y sus éxitos pasados. Mantén un discurso honesto y personal. Ensáyalo con personas cercanas y luego pídeles que te lo expliquen a ti para comprobar si realmente han entendido el mensaje.

El discurso del ascensor puede ser más efectivo que el mejor PowerPoint. Sin embargo, es fundamental que creas en ti mismo y en tu proyecto. A fin de cuentas, ¿si tú no crees en ello por qué deberían hacerlo otros?