Piden a los ayuntamientos que controlen el uso de las zonas de baño naturales

zamora- Con la llegada del verano y del buen tiempo, aumenta la presencia de personas y familias que quieren disfrutar del sol y el calor refrescándose y divirtiéndose en zonas de baño naturales, como son las playas fluviales, lagos, embalses, gargantas, ríos o pequeños arroyos junto a un parque. Lugares de ocio y entretenimiento que, lamentablemente, son escenario también de multitud de desgracias, en la que se producen lesiones importantes e incluso la pérdida de vidas humanas.

El próximo sábado comienza oficialmente la temporada veraniega, y en Castilla y León existe un censo oficial del que forman parte un total de 28 zonas naturales, la mayoría de ellas (siete) en la provincia de Ávila. Si bien, desde el Procurador del Común advierten de que este censo está incompleto y que existen muchas zonas más de este tipo que utilizan los ciudadanos pero que no forman parte del censo porque los ayuntamientos no han solicitado su inclusión. Algo que, para la institución que preside Javier Amoedo, es contraproducente puesto que en estas zonas de baño no se realizan los controles sanitarios mínimos y necesarios para garantizar su inocuidad, ni tampoco está del todo controlada la seguridad de las personas. Por este motivo, y como dice el refrán, «más vale prevenir que curar», el defensor del pueblo de Castilla y León recomienda a los municipios que regulen cuanto antes mediante ordenanzas el uso de estas zonas de baño naturales para proteger la salud y reforzar la seguridad y de esta forma evitar cualquier desgracia que se pueda producir.

Seis fallecidos en 2012

Y es que el informe del Procurador del Común pone de manifiesto que «en alguna de estas zonas se han producido accidentes graves e incluso mortales», a pesar de éstos también suceden en los espacios controlados. Al respecto, cabe recordar que el pasado año se produjeron dos fallecimientos de los seis que hubo en la Comunidad por estas circunstancias. Entre las recomendaciones, se pide, por ejemplo, que se dote a las instalaciones públicas de equipamientos sanitarios que ayuden a mantener unas condiciones higiénicas adecuadas; que se ofrezca un servicio de limpieza y que se facilite información a los usuarios sobre las condiciones del agua de baño y sobre la presencia de otros peligros como profundidades variables o remolinos. También aconseja delimitar la zona de baño y que se dote a estos lugares "del correspondiente servicio público de salvamento y socorrismo.