Plan de Internacionalización para alcanzar las seis mil empresas exportadoras

Las Cortes regionales aprobaban ayer con el apoyo de todos los grupos excepto Podemos, que se abstenía, una proposición no de Ley del PP, por la que se insta a la Junta a poner en marcha cuanto antes un Plan de Internacionalización Empresarial. Objetivo: que al final de la legislatura haya seis mil empresas de Castilla y León que vendan sus productos en el extranjero (actualmente son cinco mil), diversificar más la oferta y conseguir abrir nuevos mercados, principalmente en Asia, Oceanía y América del Norte y del Sur, aunque sin olvidarse de Europa.

Así al menos así lo planteaba en el hemiciclo el procurador del PP, Salvador Cruz, durante el debate de esta iniciativa, a la vez que defendía la necesidad de potenciar las relaciones con otras regiones y de dar un nuevo impulso a otros ámbitos como la industria cárnica o la agroalimentación, e incluso apostar por otros sectores con grandes posibilidades en la Comunidad, como la piedra natural o los recursos minerales. «Más internacionalización supondrá un mayor conocimiento y más competitividad, lo que derivará en mayor creación de empleo y riqueza para Castilla y León», destacaba Salvador Cruz, quien apuntaba, también, que las pequeñas y medianas empresas, «la base de nuestra economía», decía, tendrán especial protagonismo en este Plan. Igualmente, Cruz recordaba el buen momento que viven las exportaciones en nuestra Comunidad, y ponía como ejemplo los 13.330 millones de euros vendidos en productos al exterior en 2014, casi cuatro mil más que en 2008.

Los socialistas apoyaban la PNL pese a que los populares no hacían lo propio con su enmienda, mientras que el procurador Óscar Álvarez echaba en cara al PP y a la Junta «que sigan instalados en una nube de números económicos que no llegan a las familias», y pedía que en este nuevo Plan de Internacionalización se proteja más y mejor a los empresarios, especialmente a las pymes, que se faciliten sus trámites, que haya instrumentos de financiación y se establezca un marco fiscal estable y sencillo en origen, y que se le dote de un presupuesto no inferior a los cinco millones de euros en los presupuestos. «Queremos el Plan, sí, pero para evitar que se sigan marchando cinco jóvenes al día por falta de oportunidades», sentenciaba.

Red clientelar

De la misma forma, el portavoz de Ciudadanos, Luis Fuentes, decía no entender el triunfalismo de la Junta en materia económica y daba su apoyo al Plan por la necesidad que tiene la Comunidad de modernizar su tejido productivo, «y porque caminamos hacia un mundo sin fronteras». Si bien, recordaba que Castilla y León «es la cuna del capitalismo de amiguetes», y advertía al PP y a la Junta de que esperan que este Plan «no sea la excusa para que millones de euros circulen en chiringuitos y entre los amigos de siempre a través de la red clientelar que han tejido en los últimos años». Además, desde la UPL, su portavoz Luis Mariano Santos apoyaba también el Plan, pero avisaba de que espera que no sirva «sólo para abrir embajadas en el extranjero».