Una forma amena para que los niños conozcan a Unamuno

La Fundación Villalar-Castilla y León sigue acercando a los escolares de nuestra Comunidad la vida y obra de los mejores literatos de la historia de la Región. En esta ocasión, y tras Miguel Delibes y Antonio Machado, el turno es para «Mi primer Unamuno», una obra, que según la presidenta de la institución y de las Cortes regionales, María Josefa García Cirac, pretende acercar de una forma amena al público infantil la vida y la obra del escritor fallecido en Salamanca el último día de 1936. Para ello, se han utilizado pasajes «asequibles para los más pequeños» de obras como «La Tía Tula», «Niebla» o «Abel Sánchez». El objetivo, explicó García Cirac, es lograr «un lenguaje accesible y una lectura fácil para narrar la historia de don Miguel empezando por su infancia». El libro, ilustrado por Jorge Consuegra y del que se han editado 2.000 ejemplares, narra «de forma amena y didáctica» como un «tímido y estudioso niño nacido en Bilbao llega a ser rector de la Universidad de Salamanca». Entre las referencias a la obra «unamuniana» también se encuentran algunos de sus poemas dedicados a la ciudad del Tormes. El alcalde salmantino, Alfonso Fernández Mañueco, señaló que «Mi primer Unamuno» contribuye a acercar a la infancia «una figura que quizá no conocían del todo bien» por lo que se trata de «una acierto pleno que permite transmitir a los más pequeños los valores de uno de los personajes más insignies del siglo XX, junto a su figura, su obra, sus textos y su conciencia». La presentación del libro tuvo lugar en el Colegio Santa Teresa de Salamanca. El director del centro, Antonio Castaño, agradeció el gesto de la Fundación Villalar que permitirá dinamizar dinamizar el plan de lectura del centro. Además, elogió el esfuerzo de la institución por elaborar un libro «asimilable» por los niños de infantil y primaria «que va a cubrir un hueco en el sistema educativo de Castilla y León». Para lograr esa cercanía con los más pequeños, se pretende llamar su atención acompañando los dibujos de un lenguaje y una extensión perfectamente adaptados a su público objetivo. Finalmente, el director de la Fundación Villalar, Antonio Calonge, resaltó que la publicación supone, además de un acercamiento a los más pequeños, una oportunidad para fomentar el conocimiento de los literatos castellanos y leoneses. De esa manera, afirmó, «se consigue el objetivo de la educación en el que modestamente trata de colaborar la institución». En cuanto al futuro de la entidad, resaltó que, al igual que todos los organismos y ciudadanos deben adaptarse a los tiempos actuales «tratando de gestionar de manera más eficiente». Pese a las dificultades se han podido cumplir los objetivos planteados, una intención que se mantendrá en 2013, año en el que se seguirán realizando diferentes actividades.