Libros

Oporto

Universidad y sociedad civil homenajean a Celso Almuiña, maestro de periodistas

Un libro, editado por la UVA, recoge sus enseñanzas universitarias y la gratitud de alumnos y compañeros.

El catedrático Celso Almuiña con el libro con el que le ha rendido homenaje la Universidad de Valladolid.
El catedrático Celso Almuiña con el libro con el que le ha rendido homenaje la Universidad de Valladolid.larazon

Un libro, editado por la UVA, recoge sus enseñanzas universitarias y la gratitud de alumnos y compañeros.

Maestro de periodistas, catedrático emérito, historiador y una persona que no sirve para no estar trabajando. Así se puede definir a Celso Almuiña, impulsor de la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid (UVA), y que acaba de recibir un merecido homenaje por parte de los alumnos, profesores y personal de administración y servicios de la institución académica. «Es un honor inmerecido, se han pasado», asegura a LA RAZÓN.

Y es que, para mostrar el ingente legado del catedrático emérito, el rectorado de la UVA ha elaborado el libro «Estudios en homenaje al profesor Celso Almuiña Fernández: Historia, Periodismo y Comunicación», que recoge muchas, pero no todas, de sus investigaciones, publicaciones y una serie de colaboraciones de compañeros de distintas universidades de dentro y fuera de España.

Además, en sus 720 páginas, se puede ver las valoraciones de prestigiosos profesores de todo el mundo que han querido estar al lado de su amigo.

El también presidente del Ateneo de Valladolid agradece «lo arropado que siempre he estado en mi casa y el cariño, que me han dado», y aunque ya ha cumplido como catedrático emérito, indica entre risas, que va a seguir dando guerra con sus clases y másters en la UVA, y sus colaboraciones en instituciones como las universidades de La Rioja, Juan Carlos I o la portuguesa de Oporto.

El Ateneo y los amigos

En este sentido, indica que como persona que le gusta estar implicado en la sociedad vallisoletana, además de las clases, está muy involucrado en el Ateneo y su revista «La Gaceta Cultural». Tampoco se olvida de su amplia red social de amigos y las peñas gastronómico-culturales en las que participa, «con las que ya hemos arreglado Valladolid, casi España y ahora vamos a por Europa, y «siempre acompañados de una copa de Ribera del Duero, pero sólo porque es bueno para el corazón, como dicen los médicos».

También, como gran conocedor de la prensa, Celso Almuiña se muestra preocupado por «la gran crisis en la que se encuentran las empresas periodísticas». «Los medios no dejan de ser empresas, que si no están consolidadas tienen números rojos, no son independientes y no puede haber héroes», declara.

Sobre el futuro del sector, subraya que, «pese al momento crítico que atraviesa», la prensa en el mundo es «importante, interesante e imprescindible». En este momento que nos encontramos, «en la época del BIT -digito binario-, una nueva era, en lo que todo cambio en un minuto, en el que el mundo es como un chicle, cada vez es más vital la información, la preparación y el conocimiento de idiomas».

Eso sí, el maestro de periodistas tiene claro que lo que la gente «avalora -alzar el valor-» de las noticias en la actualidad que sean concisas, no muy larga «la gente cada vez tiene menos tiempo para leer. Yo a mis alumnos les comento que en la actualidad en lo que se fija el lector es un 40 por ciento el titular, otro 40 las ilustraciones y el 20 restante el texto». Por este motivo, Celso Almuiña considera fundamental «que el periodista tenga una formación suficiente, pero que también se sepa adaptar al lector».

Redes sociales

No es tan defensor de las redes sociales para informar. Al respecto, dice que aunque es bueno que la gente este más informada, «no se puede dar sólo en pildorillas». Además advierte que las redes sociales tienen dos problemas principales: «que las personas pierden la intimidad y la individualidad, y que no hay responsables de esos bulos».

Por último, Celso Almuiña se refiere a la situación que vive el país. Sorprendido y asustado por la cantidad de casos de corrupción que está viviendo España, «yo era un ingenuo», afirma, desde los medios «no se les puede tratar a todos los políticos por igual, porque no es verdad que todos hayan metido o vayan a meter la mano». «Eso es manipular», concluye.