Ángeles Esteller: «Barcelona no puede ser la zona cero del independentismo»

BARCELONA- Llegados al ecuador de la legislatura, ¿qué valoración hace de la gestión del alcalde Trias?

–Los ciudadanos apostaron por un cambio en la ciudad en las pasadas elecciones y no ha llegado. Y no lo ha hecho sobre todo por los complejos del gobierno de Trias que parecen heredados de los gobiernos tripartitos. Nosotros pensamos que se ha de apostar porque la administración se centre en impulsar económico la ciudad y deje atrás la burocracia y el intervencionismo. Eso es un freno para la actividad económica y Trias no combate los viejos vicios administrativos con la celeridad necesaria.

-¿Por ejemplo?

–La colaboración público-privada. Con la sociedad civil implicada en los proyectos de Barcelona se podrían encontrar fórmulas de colaboración como por ejemplo en las guarderías. Donde invierte la iniciativa privada hay una descarga de recursos por parte de la administración pública y una mayor eficiencia. Cada vez que ha habido un pequeño cambio ha sido gracias al PP. Pero son cambios tibios, ya que CiU no se atreve a dar el salto. La administración debe estar al servicio del ciudadano y no frenar la actividad económica. Debería estar penalizado y más en un contexto de crisis. Otro ejemplo sería cambiar el régimen de la autorización por el de la comunicación. Barcelona no puede estar esperando que todavía no haya comercios que abran en domingo en las zonas turísticas.

–Entonces, un posible entendimiento entre CiU y PP pasa por fomentar la actividad económica.

–En estos dos años, tanto los presupuestos de 2012 como las inversiones de 2013 han sido facilitados por el PP y siempre han estado vinculados a la actividad económica de Barcelona. No sé si habrá acuerdo pero nosotros vamos a centrar nuestros esfuerzos en que Barcelona tenga una ventanilla única empresarial. Está acordada desde 2012 y en España, gracias a la Ley del Emprendedor, se pueden crear empresas en 24 o 48 horas. No puede ser que Barcelona no tenga este mecanismo. También apostaremos por una ventanilla única social. Si tienes a alguien enfermo en casa no puedes estar de oficina en oficina para hacer una gestión. En un único trámite hay que tenerlo todo resuelto.

–¿Y lo veremos algún día?

–El gobierno municipal se ha comprometido a implementar la ventanilla única este curso. De hecho, en el primer paquete de inversiones que desbloqueamos este año, ya había una partida para financiar y finalizar esta medida.

–Trias se ha propuesto edificar mil viviendas sociales pero a cambio de vender patrimonio, en este caso la empresa municipal B:SM, ¿era necesario?

–Desde el PP le pedimos al alcalde que presentara un plan de vivienda, desvinculándolo de cualquier otra operación, y también que se descongestionen los pisos vacíos. También hemos solicitado información sobre el proyecto de venta de B:SM. Una información que el gobierno todavía no nos ha dado.

–Parece que arranca el proyecto de la estación de tren de la Sagrera.

–Así es, había que hacer un replanteamiento global de la infraestructura y se está haciendo. Redimensionar la estación y ampliar la superficie comercial para que haya una inyección de dinero que permita impulsar el proyecto. Todo esto ha sido gracias a la ministra Ana Pastor que ha tenido mucho interés en que el proyecto salga adelante. Acaba de comenzar, el convenio se firmó hace un mes.

–¿Qué opina de los fastos 1714 y la implicación Ayuntamiento?

–Hemos pedido al Ayuntamiento que se desvincule de los actos que prepara la Generalitat porque entendemos que Barcelona no puede ser la zona cero del independentismo. Les hemos pedido rigor histórico e imparcialidad. Pero nada. Además, el Ayuntamiento asume los 2,5 millones del coste de los fastos. Como de costumbre, la Generalitat manda y el Ayuntamiento paga. Nosotros seguiremos insistiendo en que se desvincule Barcelona y el Born del independentismo y se destaque lo que era la ciudad realmente en 1714. Una ciudad rica y próspera, nada que ver con la decadencia que muchos insisten en pintar.

–Los asentamientos de Poblenou parecen un problema enquistado en la ciudad que surge cada cierto tiempo, sin solución definitiva.

–Estos asentamientos no se pueden permitir. En este aspecto estamos muy alejados del Ayuntamiento porque aplica medidas políticamente correctas que no solucionan esta problemática. Por eso no dimos apoyo al plan de inmigración.

–¿Cree que después de la prórroga presupuestaria de este año en Barcelona ocurrirá lo mismo en 2014?

–Ahora en septiembre veremos qué sucede. Pero Barcelona no puede seguir haciendo seguidismo de la Generalitat. La ciudad tiene que centrarse en la recuperación económica y no de temas identitarios,

–¿Qué es lo que más le gusta de Barcelona?

–El carácter abierto de su gente. Gente con ideas, emprendedora y cosmopolita. Quizá por ser una ciudad pero lo cierto es que Barcelona tiene un color diferente.

–¿Y lo que menos?

–La permisividad que se ha instalado en algunos ámbitos de la ciudad, sobre todo fomentada por el anterior gobierno. El incivismo, sin ir más lejos. Hay una cierta transgresión en algunos ámbitos incluso por parte de los mismos barceloneses que nos está perjudicando. Tanto en la imagen como en costumbres que se están adquiriendo. Eso provoca que no se respete y se cuide a la ciudad como se merece.