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Aumenta el número de consultas por adicción a las nuevas tecnologías
El Hospital de Bellvitge ha registrado un incremento del 10% en siete años
No saber estar sin el móvil cerca, estar constantemente mirando la pantalla y jugando con las diferentes aplicaciones del teléfono, o, incluso, quitar tiempo en estar con la familia o los amigos o con un mismo para concentrarse en el aparato y las mil y una posibilidades que ofrece, son signos de que algo no va bien.
No saber estar sin el móvil cerca, estar constantemente mirando la pantalla y jugando con las diferentes aplicaciones del teléfono, o, incluso, quitar tiempo en estar con la familia o los amigos o con un mismo para concentrarse en el aparato y las mil y una posibilidades que ofrece, son signos de que algo no va bien, que la dependencia de las nuevas tecnologías puede haber pasado a ser un problema de salud. En sólo siete años, el servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge ha visto como las consultas por este tipo de problemas pasaban de ser el 0,64 por ciento al 10,56 por ciento del total, explica la doctora Susana Jiménez.
«Se ha de sospechar que se está haciendo un uso abusivo o problemático de una actividad cuando el tiempo y la dedicación son muy elevados, llegando incluso a substituir o desplazar el resto de actividades», señala el centro en un comunicado. Llegados a esta situación, es probable que la adicción a las nuevas tecnologías «genere conflictos con la gente de alrededor». Sin embargo, «el paciente ha perdido el control, experimentando verdaderas dificultades para disminuir o frenar el uso», explican desde el hospital y añaden «necesitan incrementar el tiempo de uso para conseguir el nivel de estimulo deseado y, en ciertos casos, les ayuda a escapar de estados emocionales negativos».
Factores de riesgos
Algunos de los factores que pueden potenciar el abuso de las nuevas tecnologías son la necesidad de aprobación de los demás o una baja autoestima. Aunque también lo son una extraversión elevada –tendencia a comunicar a los demás sus sentimientos–, una baja tolerancia al aburrimiento, la dificultad de autocontrol, impulsividad exagerada y una elevada necesidad de buscar sensaciones nuevas. De hecho, entre las cosas que pueden aportar las nuevas tecnologías son la estimulación constante e inmediata y la posibilidad de estar conectado las 24 horas del día. Además de la adicción a las nuevas tecnologías, la doctora Jiménez explica que «un doce por ciento de los pacientes –que atiende el servicio de Psiquiatría de Bellvitge– con ludopatía presentan problemas de juego a través de la red», sobre todo por lo que respecta a póker y apuestas deportivas online.
Con todo, Jiménez señala que las personas que han desarrollado algún tipo de problema con las nuevas tecnologías suman un 22,56 por ciento del total de pacientes que reciben tratamiento en el centro sanitario.
Curiosamente, una de las formas de tratar este tipo de adicciones se basa en el uso de un videojuego, creado en el marco del proyecto «Playmancer», que ayuda a trabajar los trastornos de impulsividad. De hecho, los profesionales del Hospital de Bellvitge vienen usando este tipo de herramientas para tratar problemas desalud como la ansiedad o la depresión, por ejemplo.
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