CDC anuncia ahora una consulta para decidir si se refunda o se renueva

¿Refundarse o renovarse? Incapaces de decidirlo, los dirigentes de Convergència han llegado a la conclusión de moda: hacer una consulta. Nadie en CDC había anunciado que su proceso de redefinición interna incluiría una votación de la militancia, pero el responsable de régimen interno, Francesc Sánchez, explicó ayer que se trata de la herramienta más conveniente porque así se ha evidenciado en las sesiones participativas que el partido está celebrando junto a su militancia en toda Cataluña.

La celebración de esta consulta (previsiblemente el sábado, 21 de mayo) modifica todo el calendario interno de la puesta al día de CDC. El congreso, que estaba previsto entre los días 3 y 5 de junio, se aplaza a julio y tendrá una doble ronda. En la primera (a principios de julio) se sentarán las remozadas bases ideológicas y en la segunda (dos semanas después) se elegirán a los cargos que comandarán la formación.

Convergència atraviesa instantes delicados, ya que las encuestas insisten en reflejar que su proyecto ha perdido hegemonía. Cabe recordar que CDC quedó en cuarto lugar en las últimas elecciones, las generales, y que los propios sondeos de la Generalitat pronostican nuevos retrocesos si se repiten estos comicios.

En este contexto de desgaste hay que enmarcar la división entre los partidarios de hacer tabla rasa y los defensores de introducir cambios sin renunciar a la identidad. Las discrepancias en este punto son tan enconadas que la dirección de CDC ha optado por dar la palabra a la militancia. «No ha habido ninguna voz disonante respecto a la realización de una consulta en el comité ejecutivo nacional», aseguró Sánchez.

El gran interrogante ahora es saber qué enunciado se planteará exactamente a la militancia. «No será la pregunta de Unió. Será una pregunta efectiva y clara, y tendrá repercusiones jurídicas y políticas muy imporantes», explicó el responsable de régimen interno de CDC en alusión al kilométrico enunciado que la dirección de UDC planteó a su militancia para posicionarse sobre la independencia de Cataluña.

«Haremos un “supersábado” el mes de mayo en el que preguntaremos a nuestra gente si quiere fundar una nueva herramienta política de centro o si simplemente quieren que hagamos una renovación de lo que es CDC», se limitó a explicar Sànchez. Será en un consell nacional de Convergència, también en el mes de mayo, cuando los convergentes concreten la pregunta dirigida a su militancia y cuando se especifiquen las reglas para poder participar, ya que la consulta podría abrirse a simpatizantes y no solo a afiliados.

La ejecutiva de Convergència también analizó los tiempos de la investidura en España y concluyó que Pedro Sánchez tiene una manera muy clara para convertirse en presidente del Gobierno: «Se tiene que comprometer a que el pueblo de Catalunya sea consultado», dijo el portavoz de Democràcia i Llibertat en el Congreso, Francesc Homs.

La investidura de Sánchez

Homs subrayó que si el socialista acepta esta consulta, Convergència se abrirá a negociar sus características, como el contenido de la pregunta o cuándo convocarla: «El concepto central es consultar al pueblo de Cataluña. Estamos dispuestos a hablar de la fecha y de la pregunta», dijo el dirigente de CDC. «Habrá o no Gobierno en función de esto. Sánchez sabe de nuestra propia boca que nosotros estamos dispuestos a facilitar que haya un presidente a cambio de que se pueda dejar votar al pueblo de Cataluña», ha concluido.

También rechazó el planteamiento que hace el líder del PSC, Miquel Iceta, que considera que primero hay que apostar por reformar la Constitución y, si este proyecto fracasa en Cataluña, celebrar luego un referéndum a la canadiense como se hizo en Quebec. Iceta, inmerso en conversaciones con el líder de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, no ve posibilidades de acuerdo: «No habrá acuerdo sobre el referéndum. No nos engañemos».

ERC confía en un acuerdo con la CUP

El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, mostró ayer la plena disposición de su partido para acordar con la CUP el texto de su moción en la que se insta a cumplir la resolución del Parlament del 9–N, para lo cual seguirá «trabajando» hasta que empiece el pleno en que debe votarse. Sabrià se refirió a la moción de la CUP en la que se propugna, no sólo el cumplimiento de la resolución del 9–N, sino que también se insta a la «desobediencia» al Tribunal Constitucional.