Partidos Políticos
Colau se abre a otros partidos tras los aprietos con la CUP
La entrada del PSC en el Gobierno de Barcelona se completará en dos semanas
Durante su primer año de legislatura, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha ido poco a poco modelando sus planteamientos iniciales. Le ha costado lo suyo pero parece que finalmente se ha dado cuenta que gobernar con apenas once concejales es una tarea titánica. Máxime cuando se trata de su primera incursión en la política. De ahí que la entrada del PSC en el gobierno municipal que estará cerrada en dos semanas. La segunda conclusión a la que probablemente ha llegado la alcaldesa es que depender de la CUP es una tarea de riesgo. El partido radical es del todo impredecible y sus disgustos, con los presupuestos, por ejemplo, le ha costado. Por todo ello, pese a sus reticencias iniciales Colau no ha tenido más remedio que comenzar a tantear al resto de fuerzas políticas más allá de ERC y el PSC.
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, sin ir más lejos, explicó ayer tienen intención de sentarse a hablar con CiU pese a que «están demasiado enfadados» por haber perdido la alcaldía. «Eso ha hecho –prosiguió– que una fuerza política que podía contribuir también a llegar a acuerdos en la ciudad, muchas veces tienes la impresión de que, como están tan enfadados, tan molestos, ejercen una función muy paralizante». Para Pisarello esta actitud «desempeña una función muy paralizante» y dificulta el diálogo en cualquier tema. A su juicio, con CiU se podría llegara a acuerdos «muy concretos», aunque subrayó que no comparten el modelo de ciudad.
El primer teniente de alcalde anunció también que el acuerdo de gobierno con el PSC estará listo «en un par de semanas» y ha recordado que la apuesta de BComú, que gobierna en minoría en el consistorio, es un frente amplio de izquierdas que incluiría al PSC, ERC y la CUP.
Tras la espantada inicial de la CUP con los presupuestos, el gobierno municipal incluso se acercó a Ciudadanos para explorar otras alternativas. Al fin y al cabo, a Colau todavía le quedan tres largos años de legislatura.
Eso no quita que insistan en formar una suerte de frente amplio que incluiría también a ERC y la CUP, pese a que ya le han dicho por activa y por pasiva que no quieren saber nada de los socialistas.
El concejal también destacó que, tras aprobar la ampliación presupuestaria, Barcelona necesita mayor estabilidad y alcanzar un acuerdo de gobierno, aunque alertó de que lo que se decida a nivel municipal no tiene «nada que ver» con la visión de su partido de la política catalana. «Un acuerdo de gobierno comporta una cierta reconfiguración de las áreas. Aunque conservaremos los principios básicos del Gobierno municipal actual», aseguró Pisarello.
En otro orden de cosas, Pisarello descartó que se realice una consulta ciudadana sobre la conexión del tranvía en la Diagonal porque «este es uno de los temas que nosotros llevábamos en el programa electoral», y considera que es una buena propuesta, no sólo para la ciudad, sino también para en toda el área metropolitana.
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