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Colau sólo recupera 16 millones de los 106 que le adeuda la Generalitat

La alcaldesa pide gestionar el cien por cien de la tasa turística, pero el Govern no se lo concede

Ada Colau participó ayer junto con Jaume Collboni en la comisión bilateral entre el Consistorio y la Generalitat
Ada Colau participó ayer junto con Jaume Collboni en la comisión bilateral entre el Consistorio y la Generalitatlarazon

La alcaldesa pide gestionar el cien por cien de la tasa turística, pero el Govern no se lo concede.

Cuando el convergente Xavier Trias ganó las elecciones municipales de 2011 no sólo adquirió el cargo de alcalde de Barcelona, sino también el de banquero de emergencia de una Generalitat presidida por CDC. Entonces, las arcas catalanas estaban esquilmadas a consecuencia de la dura crisis económica pero también por las malas finanzas del Tripartit, empeñado en ejecutar la obra faraónica que supuso la línea 9 de Metro, dejando tras de sí una deuda a 100 años vista.

El president Artur Mas encontró en Trias a su mejor socio de gobierno: El alcalde permitió que el montante que el Govern debía al Consitorio se duplicase (hasta llegar a los 148,4 millones) y que la deuda se fuese saldando «en especies», con suelo procedente de la Generalitat como la cárcel Modelo, los Juzgados de la Vía Laietana o la nave central de Can Batlló.

Y de aquellos polvos vienen estos lodos. La nueva alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, ha decidido mantener esa lealtad institucional con la Generalitat, habida cuenta de que gobierna en minoría y necesita el apoyo de ERC para sacar adelante la legislatura. Por eso ayer, tras reconocer que la deuda todavía es de 90 millones (sólo 16 millones menos que hace un año), Colau no puso contra las cuerdas a Meritxell Borràs, la interlocutora del Govern en la cumbre bilateral con el Consistorio.

La alcaldesa anunció un acuerdo por el que la Generalitat reconoce por escrito la deuda, junto con un calendario de pagos de los 90 millones. A partir del 2017, agregó Colau, la Generalitat abonará sus deudas a la ciudad antes de que transcurran 180 días y adelantó que le permitirá pagar «en especies».

Lo que el gobierno catalán no tiene intención de revertir son sus impagos continuados de la llamada deuda ciudadana, la que tiene con los consorcios sanitarios, educativos, culturales y de otras índoles que comparte con el Ayuntamiento. Desde 2011 ha dejado de aportar 58 millones, por lo que el ejecutivo municipal se ha visto obligado a aumentar su aportación económica para mantener la calidad del servicio, sobre todo en lo referente las becas comedor o las guarderías.

En la comisión bilateral entre ambas instituciones, otro de los puntos calientes era la tasa turística. La alcaldesa quiere gestionar el cien por cien de lo recaudado y tener plena libertad para decidir dónde destina los recursos. Ahora sólo se queda con el 33% (el resto de ayuntamientos catalanes con el 30%) y explicó que quiere gestionar la totalidad del impuesto para dedicarlo al fuerte impacto que tiene el turismo de masas en algunos barrios, sobre todo en cuestión de limpieza o seguridad. Pero ni con esas. La Generalitat de Cataluña no está por la labor, lo considera «muy atrevido» y a los máximo que ha accedido es a crear una mesa de estudio para hablar de ciertas modificaciones.

En la reunión también se acordó una actuación más coordinada entre Mossos y Guardia Urbana contra el «top manta», y también con la policía portuaria en la zona del puerto, uno de los focos de la venta ambulante en Barcelona.

Como en el encuentro que mantuvo en febrero con Puigdemont, Colau volvió ayer a sacar el tema de las obras del metro a la Zona Franca. Está dispuesta a avanzar el dinero de una obra que debería asumir la Generalitat, aunque no sepa cómo podrá devolver la deuda.

El PP sitúa la deuda en 259 millones

Alberto Fernández, presidente del PP en el Ayuntamiento denunció ayer que la deuda vencida de la Generalitat con Barcelona ha crecido con Colau un 50% y la deuda real asciende a 259 millones de euros.

Fernández recordó que el Ayuntamiento hizo público un documento según el cual la deuda vencida de la Generalitat con Barcelona a fecha de 30 de junio de 2015 era de 60,5 millones de euros, y posteriormente, el 30 de abril de 2016, incrementó esa cifra a 86,9 millones reconociendo ya un incremento del 44%. Ahora, con las cifras hechas públicas en la comisión de ayer, «este incremento ya sería del 50% en el primer año del mandato de Colau». Asimismo denunció la «sumisión» de la alcaldesa con el Govern.