Cataluña

Crece el número de mujeres latinoamericanas víctimas de trata de blancas en Cataluña

La mayoría de chicas atendidas siguen procediendo de Nigeria y China, pero suben las de Colombia y Venezuela.

El 49 % de las mujeres fueron engañadas para abandonar su país y el 47 % tiene hijos a su cargo
El 49 % de las mujeres fueron engañadas para abandonar su país y el 47 % tiene hijos a su cargolarazon

La mayoría de chicas atendidas siguen procediendo de Nigeria y China, pero suben las de Colombia y Venezuela.

El número de mujeres latinoamericanas víctimas de trata, sobre todo de Venezuela y Colombia, creció el año pasado en Cataluña, donde la mayoría de ellas suelen ser nigerianas y chinas, según el programa SICAR.cat de la congregación de las adoratrices, que en 2017 atendió a 212 víctimas de trata, de las que 23 eran menores de edad. Según el balance que ayer hizo el programa SICAR.cat, del total de mujeres víctimas de trata atendidas el año pasado en Cataluña, 47 consiguieron regularizar su situación administrativa, una logró el estatuto de refugiada y 61 fueron acompañadas en los procesos penales.

El acceso principal de las mujeres al programa, que da atención integral a víctimas de trata de seres humanos (TSH), fue a través de los servicios públicos (36%) y las fuerzas de seguridad (32%). La mayoría de ellas, un 45%, fueron de Barcelona ciudad y un 23% de la provincia, mientras que la detección en puestos fronterizos, representaron el 14% de los casos, la mayoría en el aeropuerto de El Prat.

El 46% de las mujeres atendidas son de 11 países de África, aunque SICAR.cat ayudó el año pasado a mujeres de 30 nacionalidades distintas, la mayoría nigerianas (25%) y chinas (21%), con un aumento de casos procedentes de América Latina, sobre todo de Venezuela y Colombia.

La franja de edad mayoritaria de las mujeres fue de 18-25 años (un 36%), seguida de la de mayores de 30 años (24%), y las de 26-30 años (16%), mientras que los menores, 14 de ellos hijos o hijas de víctimas de trata, representaron un 8%. Las principales formas de explotación de las víctimas adultas fueron: explotación sexual (79%), explotación laboral (5%) y matrimonios forzados (2%). El 73% venían de un contexto familiar de vulnerabilidad social, el 66% mantienen una relación positiva con su familia y el 47% tienen hijos a su cargo.

En cuanto a quien las captó para ser explotadas posteriormente, un 38% fueron las propias amistades de la víctima, un 17% otras personas ajenas al círculo de amistades, un 13% la familia y un 5% la pareja.

El 49% de la mujeres fueron engañadas en cuanto al objetivo por el que dejaron su país de origen y el 70% no firmó ningún documento a modo de contrato. El 52% viajó en avión, el 38% por vías terrestres y el 4% en barco, y la mayoría hicieron ruta por países en tránsito (58%) y viajaron solas (36%). Una vez en Cataluña, un 51% de ellas se liberaron por medios propios.