Montañismo

«Cuando pones el cuerpo al límite puedes sacar conclusiones de cómo funciona»

Ferran Latorre es un alpinista que ascenderá el Everest sin oxígeno para coronar así los 14 ochomiles

Ferran Latorre
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Ferran Latorre es un alpinista que ascenderá el Everest sin oxígeno para coronar así los 14 ochomiles.

–¿Cómo se afronta el reto de escalar el Everest sin oxígeno?

Después de escalar trece ochomiles, éste es el final de un proyecto. Ha de quedar claro que éste no es el proyecto Everest, sino el proyecto CAT 14x8000 , lo que pasa es que se da la circunstancia que acaba con le Everest, que es la montaña más alta del planeta y la más difícil de escalar sin oxígeno. Así pues, es un final épico; por decirlo de alguna manera, es como una etapa del Tour con un final en alto, por eso lo he dejado para el final.

-¿Por qué es el Everest la montaña más difícil de escalar sin oxígeno?

–Es la montaña más alta y es, por lo tanto, la que tiene menos oxígeno. Es el lugar del planeta tierra donde menos oxígeno hay, alrededor de un 15 o un 20% del oxigeno que hay a nivel del mar

–¿Qué supondría para usted pasar así a formar parte del selecto grupo de los 15 alpinistas que han ascendido los 14 ochomiles sin oxígeno?

–Hace mucha ilusión ser de este grupo reducido y exclusivo de alpinistas que lo han conseguido, pero sobre todo, con el ascenso al Everest y la conclusión del proyecto, me quedo tranquilo conmigo mismo, porque éste es para mí un proyecto de vida. Me hace ilusión terminarlo porque, de alguna manera, así se cierra un círculo vital de mi vida. Por lo tanto, coronar los 14 ochomiles sin oxígeno afecta a mi tranquilidad personal

–¿Y por qué lo hace? ¿Por qué ha apostado por este proyecto de vida?

–Necesitaría escribir un libro para que se pudiera entender bien, pero bueno, yo escalo por muchas razones. Yo trabajé muchos años en ‘Al filo de lo imposible’ como cámara y escalé seis ochomiles con el programa. En 2010 acabó mi colaboración con ‘Al filo de lo imposible’ y a partir de 2012 fue cuando me plantee terminar los 14 ochomiles, porque me he dedicado toda la vida profesionalmente a la montaña y éste era un proyecto profesional y personal muy interesante. A cualquier alpinista le hace ilusión subir a una de estas grandes montañas y más aún poder decir que has puesto los pies en la cumbre de todas ellas. Al final, si lo consigo me voy a quedar muy satisfecho conmigo mismo.

–Después de esto, ¿hay más retos que afrontar?

-Tengo dos o tres ideas de temas deportivos, pero primero quiero acabar con esto, finalizar el proyecto.

–¿Cuáles son las principales dificultades que espera encontrarse? ¿Cómo complica el ascenso el hacerlo sin oxígeno?

-El hacerlo sin oxígeno lo complica totalmente. Hay una gran diferencia entre hacerlo con o sin oxígeno. La parte técnica está muy resuelta porque voy por la ruta normal, muy preparada y con mucha gente, pero la clave es la falta de oxígeno, que afecta mucho. Imagínate vivir sólo con un 20% de oxígeno. Es una situación límite; hacer deporte o vivir en estas condiciones es imposible. Tu maquinaria es mucho menos eficiente hasta el límite que es imposible vivir en esas condiciones. Puedes resistir unas horas pero es una atmósfera que es imposible para la vida. Lo que pasa es que con entrenamiento puedes aguantar unas horas y hacer incluso ejercicio potente a esta altura.

–Usted habla de entrenamiento. ¿Cómo se prepara un alpinista para ascender el Everest sin oxígeno?

–Sobre todo se trata de fondo físico, es mucha base aeróbica, No hay un entrenamiento específico para preparar el cuerpo a la falta de oxígeno. Y en mi caso no es necearía una preparación psicológica. Lo importante es tener motivación por el proyecto, ilusión, y tener la cabeza bien amueblada y tener muy claro por qué estáis ahí y lo que ha costado llegar hasta ahí.

–¿Además, ha querido aprovechar esta expedición para llevar a cabo un proyecto científico en el que se analizará el impacto genético, fisiológico y biomédico de la falta de oxígeno durante el ascenso al Everest, el cual está impuslado por la Fundación bancaria ‘la Caixa’. ¿Por qué?

–Los médicos del Hospital de Sant Pau de Barcelona se pusieron en contacto conmigo y fue un honor que se fijaran en mí, porque podrían haberse fijado en cualquier otro. Eso de alguna manera quiere decir que he hecho las cosas bien.

–¿Cuál es el objetivo de este estudio? ¿Qué conclusiones esperan extraer?

–Es un estudio en el ámbito de la genética para ver cómo cambia la epigenética con la altura y pretenden que eso ayude a estudiar y conocer enfermedades respiratorias, tipo asma y tipo Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

–¿En algún momento, con anterioridad, se planteó que su actividad podía ser útil a nivel médico?

–Sí, porque se han hecho muchos estudios ya a nivel fisiológico, pero no a nivel genético y está claro que cuando pones tu cuerpo al límite, alguna conclusión puedes sacar acerca de cómo funciona.

–¿Cómo se realizará el estudio? ¿En qué consistirá?

–Tres médicos vendrán conmigo en la expedición y se quedarán en el campo base durante mi ascensión. Ellos me realizarán pruebas en Barcelona, a mi llegada a Nepal y en el campo base y después, tras coronar la cima, me volverán a hacer pruebas en esos mismos sitios para compararlas. El tema es ver las diferencias en los resultados de aquí, al nivel del mar, y allí arriba