Cuerpo a cuerpo entre ERC y JxCat por proyectarse como el voto útil

Esquerra intenta plantear el 21-D como un mano a mano con C’s, mientras la lista del president se erige en la «única» que puede vencer al 155.

ERC sigue a la carga contra la candidatura que lidera Carles Puigdemont, Junts per Catalunya. Con el objetivo de contrarrestar el impulso que ha tomado en los últimos días, los republicanos ya no reparan en ataques contra la opción del ex president. Ayer, el ex conseller de Justicia e integrante de la lista de ERC, Carles Mundó, arremetió de nuevo y lo hizo recuperando el acento de la autenticidad y tradición independentista de su partido –un valor que ha aupado a ERC y ha castigado al PDeCAT–, frente a otros «improvisados», en alusión a la lista (JxCat) y partido (PdeCAT) de Puigdemont que abrazó la causa tras el cambio de siglas y subido a la ola del separatismo.

En un acto en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), Mundó se remontó a los 86 años de historia para recordar a los líderes encarcelados que ha tenido el partido y reivindicar así que ERC está sobradamente «arraigado» al territorio. Todo ello, concluyó Mundó, erige a la formación en el voto útil de entre las opciones independentistas, porque está «preparada» para gobernar y volvió a plantear el 21-D como un mano a mano entre su formación y C’s, mientras desde JxCat también se apeló al voto útil elevando a la candidatura en la «única» capaz de vencer al bloque constitucionalista y al 155. Asimismo, Mundó insistió en defender que el próximo Govern debe estar presidido por ellos, a lo que desde JxCat, la líder de la Asociación de Municipios Catalanes, Neus Lloveras, se volvió a lanzar una puya a sus máximos rivales por el electorado separatista y afirmó que «Puigdemont y los consellers volverán» si su candidatura vence para ser restituidos. En esa línea alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, también del PdeCAT, advirtió que «ya hay un president».

Lo cierto es que también en el seno de ERC han aparecido disensiones sobre quién debería ocupar la presidencia de la Generalitat. Toni Castellà, líder de la escisión independentista de Unió, Demòcrates, que se ha integrado en la candidatura de ERC para el 21-D, expuso la posibilidad de que ni Puigdemont ni el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, puedan tomar posesión, mientras que Mundó y Raül Romeva sí que apostaron porque Junqueras pueda salir de prisión a la conclusión de la campaña y pueda ser investido. Castellà, asimismo, subrayó que los republicanos son los mejores capacitados para ganar los comicios y equiparó la candidatura a la de Junts pel Sí, al asegurar que es la que «más se parece». Algo paradójico, por cuanto Esquerra fue la principal responsable de que al final no se reeditara la coalición, confiada en su victoria si acudía en solitario.

Precisamente sobre este asunto regresó ayer JxCat y alimentó todavía más la controversia. Lloveras, que por la mañana intervino en el acto de campaña que celebró su candidatura en La Garriga (Barcelona) con el mundo local, reivindicó que la lista del president ha sido la «única» que dejó los «intereses partidistas en segundo plano», en una clara alusión a ese desinterés que mostró ERC por repetir Junts pel Sí.