El Ayuntamiento defiende ahora la importancia del turismo para el empleo

Las vueltas que da la vida. El gobierno municipal de Ada Colau se ha ganado una fama, más que merecida, dirían algunos, de turismofóbico.

Las vueltas que da la vida. El gobierno municipal de Ada Colau se ha ganado una fama, más que merecida, dirían algunos, de turismofóbico. En este contexto, el Ayuntamiento, a través de Barcelona Activa, presentó ayer el Libro Blanco sobre el futuro del empleo de la ciudad catalana en el que asumen que hostelería y restauración serán los sectores que más crecerán en Barcelona a nivel laboral, un 70% aproximadamente, de 2013 a 2033. El organismo de ocupabilidad y emprendeduría del Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado este informe a lo largo de 2017 como aproximación integral al mercado laboral. Y el teniente de alcalde del Ayuntamiento, Gerardo Pisarello, aprovechó para sacar pecho.

La publicación analiza también los retos y las transformaciones que implicará el desarrollo de la industria 4.0 en los próximos 15 años y indaga las habilidades necesarias y más competitivas que se requerirán en el año 2033. «Constituye en sí mismo una caja de herramientas que abre un espacio de reflexión y debate a largo plazo en torno al futuro del trabajo y las políticas de ocupación», señaló Pisarello.

El proyecto analiza, a través de la voz de académicos y expertos en economía, sociología y derecho, varios conceptos como la renta básica, la educación, la tecnología, la robótica, las mujeres, el envejecimiento de la población y las nuevas generaciones. Así, disciplinas como la psicología, la salud y las humanidades o sectores como el medio ambiente, las energías renovables y la industria TIC ganarán más importancia en los próximos años. Tras la hostelería y la restauración, la ocupación crecerá en sectores como la gestión de residuos y la ciencia.

En cuanto a la organización del trabajo, los empleos de oficina con un horario fijo –actualmente un 54,8%– caerán hasta representar sólo el 5,1% de las modalidades de trabajo. Por contra, el trabajo en oficina y a distancia con horario flexible, que ahora representa el 8,1%, se incrementará hasta llegar al 41,9% y será la modalidad predominante.

Para el primer teniente de alcalde, el contexto actual, marcado por la financiarización de la economía y la revolución tecnológica, «obliga» a pensar la política económica de una manera diferente, tanto para idear nuevas políticas de empleo que solventen la precariedad y el fenómeno de los ‘trabajadores pobres’ --aquellos empleados que pese a trabajar no perciben un nivel mínimo de ingresos-- como para integrar estas múltiples formas de trabajo en las políticas públicas. Pisarello rehusó que para ello se tenga que recurrir a las políticas neoliberales que se llevan aplicando infructuosamente durante las últimas décadas y al populismo de derechas que empieza a surgir en países como Italia y Hungría, y señaló que se debe defender la recuperación y la mejora de derechos sociales para los trabajadores y los ciudadanos. Apuntó que el Ayuntamiento puede en ese sentido «orientar» las políticas de empleo a través de la contratación pública, ante su limitación competencial, e indicó que por ello Barcelona Activa fija que las empresas a las que contrata o a las que proporciona ayudas garanticen que el salario mínimo de los empleados de 1.000 euros.