El código ético de Colau no impide la contratación de familiares como asesores

El Ayuntamiento de Barcelona hizo público ayer el borrador del nuevo código ético que será de obligado cumplimiento para todos los cargos electos y el personal directivo municipal. El reglamento tipifica cuáles deben ser las normas de conducta para velar por «la buena gestión» de los recursos públicos y «evitar conflictos de intereses». Así, por ejemplo, los concejales y los altos cargos del Ayuntamiento no podrán recibir regalos de más de 50 euros ni hacer viajes injustificados. El borrador, sin embargo, pasa de puntillas por una práctica que ya le ha traído más de un disgusto al gobierno municipal y no es otro que la elección de familiares o parejas como cargos de confianza. Sin ir más lejos, la pareja del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, fue contratada a dedo como asesora.

Según explicó el teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía, Participación y Transparencia, Jaume Asens, con esta norma quieren llevar a cabo un control más exhaustivo de las finanzas públicas. Asens destacó que esperan que sea un referente para otras administraciones en transparencia y lucha contra la corrupción ya que es el primero de toda España que es de obligado cumplimiento. El regidor municipal añadió que no se trata de un «cambio cosmético» ya que el objetivo es poner fin al nepotismo en forma de «las puertas giratorias y opacidad».

En este contexto, los cargos electos no podrán prestar servicios a entidades privadas que hayan resultado afectadas por decisiones en que hayan participado durante los dos años siguientes a la fecha de su cese. Aun así, respecto a la contratación de familiares, si bien el anteproyecto no impide su contratación como asesores, sí que plantea prohibir que los afectados por la norma puedan participar en los procesos de contratación pública de personas con vínculos de hasta el cuarto grado de consaguinidad.

Aprobación

Se trata de un anteproyecto que ya ha sido trasladado a todos los grupos municipales y que el gobierno espera que esté aprobado en consejo plenario antes de verano. En este sentido, los grupos de la oposición podrán incorporar sus propuestas al futuro código ético antes de la aprobación definitiva.

Esta normativa no afectará a los cargos de confianza, 92 en estos momentos, que tienen su propia regulación y que nunca alcanzan la condición de empleado o funcionario municipal.

La concejala del PP, Ángeles Esteller, apuntó al respecto del borrador que «al margen de la aprobación definitiva de este código ético, el gobierno municipal debe ser el primero en aplicárselo y no favorecer o contratar a familiares o personas vinculadas», uno de los aspectos que regulará esta normativa. «Es paradójico que Jaume Asens presente el Código Ético cuando ha utilizado su cargo para retirar al Ayuntamiento de procedimientos judiciales abiertos».

El portavoz del grupo municipal de ERC, Jordi Coronas, tildó de «incompleta» la propuesta. A su juicio, el borrador presenta muchas carencias.. Coronas señaló que el documento del gobierno municipal «no habla de dietas y salarios complementarios al del ayuntamiento y otras administraciones conectadas –que quiere que se supriman– y que no tiene carácter retroactivo».