El impacto económico de los cruceros para Cataluña fue de 796 millones en 2014

De un tiempo a esta parte, el Puerto de Barcelona se ha convertido en un importante polo económico. No sólo por su actividad habitual, sino por el número de cruceristas que acoge y que lo han convertido en el cuarto puerto mundial en esta modalidad. Con esta carta de presentación, no es de extrañar que, según un estudio de la autoridad portuaria y la Universidad de Barcelona, los cruceros generan una facturación de 796 millones de euros en Cataluña y aportan 413,2 millones anuales al PIB catalán. O lo que es lo mismo, 2,2 millones al día.

El Puerto, sin embargo, no escapa del afán intervencionista de la alcaldesa de Barcelona. Ada Colau, igual que con la moratoria turística, también tiene en mente regular este sector aunque todavía no ha concretado medidas. En concreto, el Ayuntamiento explicó a finales de agosto sobre que examinaría el impacto medioambiental y la aportación económica de los cruceros que atracan en el Puerto de la capital catalana para que sea una actividad sostenible para la ciudad. Al respecto, el presidente del Puerto, Sixte Cambra, quiso dejar claro que el estudios no representa «ninguna reacción» a las declaraciones del Consistorio, ya que se encargaron hace tiempo. Cambra añadió que están «acabando de ligar agendas» para tener contacto directo con el Ayuntamiento en una reunión en la que puedan tratar a fondo las diversas actividades del Puerto, no solo los cruceros, como el Puerto hace en cada cambio de gobierno municipal, recordó. En cualquier caso, esta actividad permite mantener 6.759 puestos de trabajo y genera rentas fiscales de 152 millones de euros en impuestos estatales y autonómicos, amén de la tasa turística.

El gasto directo derivado de la actividad crucerística asciende a 442,5 millones de euros, que se reparten entre empresas navieras (121,2 millones), los cruceristas (315,8 millones) y las tripulaciones (5,5 millones), además de generarse una facturación indirecta e inducida de 353,5 millones. El estudio, que presentó ayer el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, Jordi Suriñach, apunta que la capital catalana es la más beneficiada de esta actividad, ya que el 75 por ciento del impacto económico total se queda en la ciudad, millones de euros al día, según el estudio, realizado con datos de 2014.

Los cruceristas que pernoctan en Barcelona hacen un gasto de 202 euros diarios (frente al turista vacacional de la ciudad, que tiene un gasto de 156 euros) y el crucerista excursionista, aquel que visita la ciudad pero no pernocta, tiene un gasto de 53,3 euros de media. El presidente del Puerto de Barcelona destacó que cuantas más operaciones se hacen teniendo a Barcelona como puerto base «más impacto económico» representa, de aquí la importancia que tiene fidelizar a las navieras. Y es que el estudio sobre el impacto de la actividad económica de cruceros del Puerto de Barcelona sobre la economía catalana destaca el efecto multiplicador que tiene sobre otros sectores, como la logística, la fabricación de productos alimentarios o la industria química

El estudio destaca el efecto multiplicador que tiene la actividad de los cruceros sobre otros sectores, como la logística, la fabricación de productos alimentarios o la industria química. Además, el hecho de que el 78 por ciento de los cruceristas que inician o acaban su crucero en Barcelona llegan en avión ha supuesto un impulso «muy importante» para las vuelos intercontinentales del aeropuerto de la ciudad, según explicó Suriñach.

Esta actividad también ha generado nuevas inversiones y oportunidades de negocio en el Puerto, y entre el 2000 y el 2014 se han invertido un total de 109 millones de euros en terminales, el 86 por ciento de la cual ha sido privada. Además, muchas navieras han decidido abrir oficinas en Barcelona.