El problema de la vivienda también amenaza a Colau

Las entidades sociales exigen actuaciones a las administraciones y alertan de que existe una enorme falta de pisos para familias vulnerables en la ciudad de Barcelona.

Barcelona tiene actualmente cuatro problemas importantes relacionados con la vivienda. Son las «okupaciones», la fuerte subida de los alquileres, los desahucios y los apartamentos turísticos han vuelto a salir a la luz en los últimos días. Se tratan de asuntos que, sin duda, amenazan al gobierno de Ada Colau, la antigua activista antidesahucios, que, hasta ahora, no ha logrado atajar el asunto con sus medidas.

Un día después de que algunos miles de personas se manifestaran en la ciudad bajo el lema «Barcelona no está en venta», en referencia a la creciente subida de los precios de los alquileres, la fundación Hàbitat3, impulsada por Mesa de Entidades del Tercer Sector, alertó del incremento de las «okupaciones» en pisos destinados a la vivienda social.

MEDIDAS DE SEGURIDAD

Dos son las principales consecuencias. Una es el aumento del gasto en medidas de seguridad, por lo que se complica la gestión, y la problemática para conseguir viviendas para las personas vulnerables. En una entrevista concedida a Ep, el director de Hàbitat3, Xavier Mauri, señaló que les preocupa que estas «okupaciones» dificultan la actividad de la entidad, y retrasa la entrada de las familias con dificultades.

¿Las causas? Mauri apunta a uno de los problemas citados, el aumento de personas que perdieron su hogar por los desahucios o por motivos económicos, y que no encuentran pisos a precios asequibles. Otro es la presencia de mafias, que abren pisos, los venden, los alquilan, los «okupan» y también «desokupan».

Las «okupaciones» se han producido en el último año en pisos vacíos de entidades financieras en Barcelona, mientras que han habido intentos en otras poblaciones, sobre todo en los barrios donde hay más viviendas sin inquilinos, o con más problemas económicos, como Ciutat Meridiana y el Besòs.

Quiso subrayar Mauri que para evitar estas «okupaciones» se tiene que incrementar el gasto por piso, con un mínimo de 1.500 euros en alarmas, además de tener que vigilancia en algún caso puntual. Además, sufrir este tipo de incidentes significa también dejar de tener ingresos de alquiler social y asumir gastos en recuperar la vivienda.

Por otra parte, es evidente que la subida de los precios de alquiler en Barcelona se ha convertido en un problema importante para la ciudad. Buena prueba de ello es la manifestación que transcurrió en la capital catalana a última hora del sábado. Miles de personas protestaron por este motivo. La marcha fue convocada por la plataforma «BCNnoestàenvenda», apoyada por la Asociación de Vecinos de Barcelona (Favb).

Uno de los objetivos de la movilización fue denunciar la falta de protección de la vivienda frente a una posible especulación, y reclamar medidas en este sentido, entre ellas limitar los precios del alquiler y alargar a cinco años la duración de los contratos. Según datos de esta plataforma, en los próximos tres años unas 150.000 familias barcelonesas verán como finalizan sus contratos de alquiler y, en el supuesto de que se les ofrezca renovarlos, se encontrarán con incrementos medios de hasta 300 euros mensuales. Lo que es evidente es que los problemas relacionados con la vivienda se han convertido, quizá irónicamente, en uno de los grandes conflictos relacionados con la Barcelona de Colau.

El PP pide promover más vivienda social

El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, reclamó ayer a la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, que promueva vivienda social y de alquiler en Barcelona. En un comunicado, aseguró que ve en Colau «un ejercicio de hipocresía de gobierno» que apoye las protestas contra la subida de los precios de alquiler en Barcelona mientras el consistorio tiene 75 solares municipales vacíos que podrían destinarse a 4.000 viviendas, aproximadamente. «Menos gestos y pancartas y más gobierno y políticas de vivienda», exigió el popupar, que aseguró que desde la llegada de Colau a la alcaldía los alquileres en la ciudad han subido más del 15 por ciento. También pidió que se reformulen las cláusulas administrativas de las licitaciones en los concursos públicos para adjudicar contratos de servicios sociales y de atención a las personas para «garantizar una mejor calidad del servicio».