Barcelona

El Vaticano también

La Razón
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El líder supremo Artur Mas ha fracasado en toda la línea en su ofensiva internacional y, para colmo, ha recibido una sonora descalificación por parte del Vaticano, jefatura de la Iglesia Católica. Si en el mundo hispánico lo tiene crudo, en el resto del mundo, especialmente el europeo, los silencios y ciertas declaraciones son letales para su lacrimosa «affaire» de la esclavitud y futura liberalización de los catalanes. Solo la Lega Nord, con su conocida xenofobia, y algunos partidos fascistoides de Bélgica le muestran alguna simpatía, por consecuente el atribulado president tiene que esconderse para que no le abracen en público.

Ahora el pescozón le ha llegado del Vaticano, en la nuca del Abad mitrado de Montserrat JM Solé. El buen abad se había unido a la migrada coral que quiere justificar el separatismo junto con el obispo Novell y el obispo menorquín auxiliar de Barcelona. También es mala suerte la de este benedictino, pues en sus anteriores declaraciones en el País de la mano de la periodista María Antonia Iglesias, famosa por su anticlericalismo se cubrió de gloria. A este paso lo compararán con sor intrépida, o sea, la benedictina Teresa Forcades. Como ya se avisó en el Concilio tarraconense para la Iglesia la peculiaridad catalana no determina una nación separada de España al cabo de 500 años de unión. En fin, Mas ha logrado que el Vaticano desautorice el «dret a decidir» y que indirectamente le dé la razón al cardenal Rouco y a la Conferencia Episcopal Española.