ERC amenaza a Rajoy con «parar la economía catalana» si frena la consulta

Oriol Junqueras regresó ayer a Bruselas, donde fue eurodiputado de Esquerra durante casi tres años, para hacerle un flaco favor al diálogo que pretenden entablar el Gobierno y la Generalitat. El presidente de ERC ofreció una conferencia en el Parlamento europeo sobre el derecho a decidir junto a otros líderes regionales en la que llegó a amenazar a las «instituciones españolas» de que Cataluña utilizará «todos los instrumentos de movilización social y democrática» que tiene a su alcance, como por ejemplo, «parar la economía catalana una semana», si el Gobierno no permite celebrar la consulta.

Junqueras argumentó que puesto que Cataluña representa una cuarta parte de los ingresos fiscales del Estado y puesto que «hemos demostrado (con la Vía Catalana), que podemos poner a dos millones de personas en las calles, ¿alguien cree que no somoas capaces de parar la economía catalana durante una semana?».

En un discurso en castellano, el presidente de ERC lanzó las siguiente preguntas al Ejecutivo de Mariano Rajoy: «Si lo hacemos (parar la economía catalana durante una semana), ¿qué impacto tendrá sobre el PIB español? ¿Qué opinión tendrán los acreedores de la deuda española? ¿Y qué pasa con la prima de riesgo?».

Un Junqueras desenfrenado amenazó al Gobierno con que ERC «no renunciará a ningún instrumento democrático para presionar al Estado en el camino hacia la consulta».

El presidente de ERC, que defendió además que «el derecho de autodeterminación ha sido un derecho normal en Europa durante el siglo XX» y que «ningún marco legal puede coaccionar a la democracia», puso en un aprieto a Artur Mas, en un momento en que la relación entre Gobierno y Generalitat pende de un hilo.

El mismo día en que el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, viajó a Barcelona para anunciar que los proveedores de la Generalitat cobrarán el próximo miércoles 1.431 millones, Junqueras quiso compensar esta demostración de fuerza, por parte del Gobierno, sacando pecho con un discurso que más que beneficiar, perjudicó al movimiento independentista. Porque el intento de exhibir músculo, amenazando con parar la economía catalana durante una semana, es una temeridad.

El mismo conseller de Empresa, Felip Puig, no tardó en responderle con contundencia que «la economía catalana no puede pararse ni dos horas», al margen de que la propuesta sea de dudosa viabilidad, pues hay que tener la complicidad de muchos actores.

ICV que está con ERC en el bloque soberanista que defiende la consulta, inclusive fuera de la Ley, cuestionó que la propuesta. Desde el PSC, Antonio Balmón llegó a preguntarse si el presidente de ERC «está en huelga de razón», tras calificar su iniciativa de irrealista y rechazar el discurso del miedo del que ayer hizo bandera el republicano.

La Asamblea Nacional de Catalunya (ANC) no quiso valorar la idea, aunque avanzó que se reunirán el próximo sábado para estudiar acciones «pacíficas y democráticas» en caso de que el Estado impida la celebración de la consulta.