Gastronomía
Esencia de vermutería pero con aires renovados
Conserva algunos de los productos clásicos de la oferta de este tipo de establecimientos pero apuesta por una cocina más elaborada.
Conserva algunos de los productos clásicos de la oferta de este tipo de establecimientos pero apuesta por una cocina más elaborada.
Su esencia corresponde a la de una vermutería, que sería su punto de partida, sin embargo el restaurante la Vermuterie va un paso más allá y ha apostado por un concepto evolucionado de este tipo de establecimiento. «Se trata de una vermutería gastronómica», señala Joel Figueres, uno de sus tres popietarios, quienes inauguraron el restaurante en julio de 2016.
«Las vermuterías tradicionales no suelen tener cocina, por lo que habitualmente ofrecen platos fríos a partir de una materia prima de primera calidad», explica Figueres para a continuación apuntar que «nosotros, que disponemos de cocina, hemos ido a buscar platos elaborados, con producto muy bueno, pero fresco, en lugar de recurrir tanto a las conservas». «Cada mañana nos llega producto fresco y lo cocinamos todo aquí, ya que tenemos tres hornos, uno de ellos un Josper», comenta el propietario.
Sin embargo, pese a esa evolución, el restaurante conserva rasgos de la tradicional vermutería de toda la vida, «como el tipo de producto, ya que ofrecemos mucho marisco-bereberechos, alemjas, navajas, mejillones, ostras...-, así como jamón ibérico, una gran variedad de quesos o las clásicas tapas de vermutería y, por supuesto, un gran abanico de vermuts», aclara Figueres.
En cualquier caso, lo que está claro es que en la Vermuterie se hace una «cocina mediterránea y de mercado», donde la oferta viene muy condicionada por la temporalidad del producto. De hecho, «al margen de la carta, como complemento, tenemos las sugerencias, que son platos que ofercemos según el producto disponible en el mercado», indica el propietario, quien a modo de ejemplo menciona «las alcahofas con romescu y jamón ibérico, que están a punto de acabarse por lo que las sustituiremos por los guisantes». Y todo ello basado en la fórmula del compartir, de manera que el comensal puede degustar varios platos diferentes.
Los principales protagonsitas de la carta, son los arroces, hechos al momento, así como el chuletón de quilo. Además, el comensal puede optar por el menú ejecutivo, que varía semanalmente y que por 15,90 euros ofrece al cliente «platos que perfectamente podrían formar parte de la carta, ya que están muy elaborados»
Este establecimiento, que cuenta además con dos terrazas exteriores abiertas todo el año, ofrece también desayunos por la mañana, afterwork con DJ a partir de las 18.30 horas, una extensa carta de cócteles y servicio de restauración todo el día, eso sí, fuera de los horarios de cocina la oferta se limita a platos fríos.
En cuanto al interiorismo del establecimiento, obra de Isabel López Vilalta, éste responde también a esa voluntad de mantener la esencia de la clásica vermutería, pero renovada. «Es un local abierto, con techos muy altos -de 4,5 metros-, esquinero, con fachada acristalada y una decoración de diseño y nada recargada, lo cual dista mucho de la típica estética de las vermuterías», señala Figueres, quien sin embargo indica que «pese a su interiorismo moderno, actual e incluso con acabados vanguardistas, la Vermuterie mantiene detalles de la tradicional vermutería, como su barra larga o las pizarras donde se da a conocer la oferta».
La madera está muy presente, tanto en sus paredes como en su mobiliario, y hace de hilo conductor entre los tres espacios diferentes en los que se podría dividir el establecimiento: la larga barra, las mesas redondas con sillas negras, o las cuadradas con un largo banco empotrado en la pared acristalada.
Restaurante La Vermuterie
Dirección: Calle Londres, 103
Teléfono: 93 137 01 48
Horario: de 9.00 a 1 h. -viernes y sábados hasta las 2 h- con cocina de 13 a 16 h. y de 20 a 23.30 horas
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