Aeropuertos

Fomento desmiente un boicot a El Prat para quitarle destinos asiáticos

El aeropuerto Barcelona-El Prat recibió el año pasado 34 millones de visitantes
El aeropuerto Barcelona-El Prat recibió el año pasado 34 millones de visitanteslarazon

BARCELONA- La vieja recriminación nacionalista de un supuesto trato de favor del Estado al aeropuerto de Madrid frente al de Barcelona-El Prat, ha vuelto a abrir un nuevo frente. En este caso, la crisis se ha desatado entre la Generalitat y el Ministerio de Fomento por la apertura de nuevas rutas aéreas hacia el continente asiático.

Con la ampliación de la terminal T1 en 2009, el objetivo era convertir el aeropuerto de Barcelona en un «hub» –centros de conexión que las aerolíneas establecen en los aeropuertos para la distribución de pasajeros hacía otros destinos– de vuelos del Sur de Europa hacía los países asiáticos, teniendo en cuenta que el de Adolfo Suárez se había consolidado como un «hub» de referencia entre el Viejo Continente y América Latina.

Además de conseguir un jugoso acuerdo con la compañía Emirates el año pasado, el aeropuerto de Barcelona mantiene vuelos directos con Asia –el histórico objetivo del Prat–, a través de las compañías Singapore Airlines y Air China. Con la idea de hacerse fuerte en el Lejano Oriente, el Govern mantiene ahora negociaciones con dos aerolíneas japonesas y una india. Unas conversaciones que, según fuentes cercanas al ejecutivo de Artur Mas, podrían verse truncadas por las interferencias del Estado.

El portavoz de CDC en el Congreso, Pere Macias, denunció ayer que el Gobierno está presionando a dos compañías aéreas asiáticas (Air India y ANA), para que lleguen hasta Madrid. «Nos encontramos ante unos hechos de una gravedad extrema. La utilización de los mecanismos del Estado para jugar a favor del aeropuerto de Madrid y en contra del de Barcelona es una vieja historia que siempre ha perjudicado los intereses catalanes», denunció Macias, que pidió la comparecendia de varios ministros.

Por su parte, desde el Ministerio de Fomento negaron cualquier tipo de interferencia en las negociaciones y aseguraron que «el papel de Aena no es decidir a qué aeropuerto vuelan las aerolíneas, esta es una decisión exclusiva de las compañías». La ministra Ana Pastor, afirmó que el objetivo no es otro que «trabajar para tener aeropuertos «competitivos».