Medicamentos
Hallan la puerta de entrada del VIH en el sistema inmunitario humano
El descubrimiento permite desarrollar fármacos que bloqueen esta acción
El pasado mes de mayo descubrieron la llave y ahora la cerradura en la que encaja esta llave. El siguiente paso es desarrollar la fórmula exacta para evitar ese encaje. Dicho así parecer absurdo, pero el último hallazgo del Instituto de Investigación del Sida, IrsiCaixa, que hoy se publica en la revista PLoS Biology y que está liderada por los científicos Javier Martínez-Picado y Nuria Izquierdo-Useros, es clave para bloquear la entrada del VIH en el sistema inmunitario y evitar que lo destruya.
Cuando una persona se contagia, sea del virus que sea, se desencadena en el cuerpo una respuesta. Las primeras células del sistema inmunitario en reaccionar son las denominadas dendríticas. Éstas reconocen al agente externo, lo captan, lo trocean y lo presentan a los linfocitos T, que son los encargados de atacar y acabar con los virus. Sin embargo, la versatilidad del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) le permite no sólo eludir el ataque inmunológico, sino también noquearlo y acabar con él.
Tras ser capturado por las células dentríticas, el VIH logra resguardarse en éstas prácticamente intacto hasta introducirse en los linfocitos T, concretamente en los T CD4. Éstos, lejos de destruir el virus y las células ya infectadas son atacados por el virus. La infección en ese punto es imparable. De hecho, hoy por hoy, los fármacos evitan la entrada en los linfocitos T CD4 pero no evitan que el VIH se introduzca en las células dendríticas, se resguarde y siga proliferando.
Atacar células ya infectadas
No obstante, los resultados de la investigación de IrsiCaixa abren la puerta a diseñar nuevos medicamentos que sí bloqueen esa entrada y, por lo tanto, que frenen que el VIH se valga del sistema inmunitario para impulsar la infección.
En mayo, el mismo equipo de investigadores publicó que el VIH utiliza una molécula específica, el gangliósido, para introducirse en las células dendríticas. Los gangliósidos son la llave. El nuevo artículo describe ahora lo que es la cerradura. Se trata de la molécula Siglec que situada en la membrana de las dentríticas es la encargada de capturar el virus. Los investigadores comprobaron enel laboratorio que, al multiplicar este tipo de moléculas en la superficie de dichas células, éstas captaban más VIH e incrementaba el número de linfocitos T CD4 infectados. Asimismo, también testaron inhibir la acción de esta molécula observando el efecto contrario antes descrito.
Este hallazgo permite ahora centrar esfuerzos en desarrollar cómo bloquear, mediante fármacos, que VIH y dendríticas se acoplen. Según explica Martínez-Picado, ya se está investigando diferentes vías para conseguirlo, mermando, por un lado, la efectividad de la llave propia del virus –los gangliósidos– y, por otro, limitando la función de la cerradura –el Siglec–.
Además, el estudio apunta a que otros virus podrían utilizar este mismo método para infectar el organismo, como es el caso del de la leucemia del ratón (MLV). Observar el comportamiento de este virus en el modelo animal, permitirá entender más sobre la acción del VIH en el humano.
Asimismo, el hallazgo da pistas de cómo y por dónde entrar en las células dendríticas ya infectadas y así atacar al VIH en su escondite frenando su proliferación. En IrsiCaixa ya trabajan con técnicas de nanotecnología y, a partir de gangliósidos sintetizados, para conseguir introducirse en las dendríticas y conseguir acabar, con fármacos, una vacuna o una combinación de ambos, con el virus que allí se encuentra.
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