Homs avisa ahora que «no hay mayoría para culminar la independencia»

Una de las razones por las que la CUP tenía prisa por llegar a un acuerdo con Junts pel sí antes del 20-D era para evitar que CDC diera un paso atrás en su camino hacia la independencia y abriera vías de diálogo con el Gobierno, no sea que durante estas negociaciones se acuerde un referéndum o una suerte de pacto fiscal que dé al traste con el plan de construir el futuro estado catalán en los próximos 18 meses, tal y como promete la resolución rupturista. Bien para empujar a los anticapitalistas a investir a Artur Mas o para marcar perfil propio ahora que hay que batirse con ERC en las elecciones generales, Francesc Homs, que encabeza la candidatura convergente bajo el nombre de Democracia y Llibertat, aseguró que su objetivo es «ir al Congreso a dialogar y negociar». Homs, azote del Gobierno la pasada legislatura, ahora se muestra convencido de que tras el 20-D, «se abrirá un periodo nuevo en el Estado para mejorar las relaciones y el diálogo (Cataluña-España)». Y él quiere sentarse en esa presunta mesa de negociación.

Pero no fueron estas declaraciones las que ayer encendieron el debate político catalán. Un día después de darse de baja como conseller de la Presidencia en funciones para centrarse en las elecciones del 20-D, Homs se metió de lleno en la precampaña al asegurar que hay que abrir vía de negociación con el Estado con tras asegurar que «no tenemos mayoría para culminar con el proceso soberanista». Alegó que «diez diputados de la CUP quieran imponer su programa no tiene recorrido». Tanto Homs como la vicepresidenta del Govern, Neus Munté, que posteriormente tuvo que defender las palabras de su antecesor, matizaron que «no hay ningún cambio de estrategia», que si bien había una mayoría absoluta que avalaba el inicio del proceso, no hay una mayoría absoluta para culminarlo.

Munté tuvo que hacer equilibrios para defender que es «posible» alcanzar un acuerdo con la CUP, a quien alentó a dar una respuesta definitiva a la oferta de Mas. Pero sus argumentos no lograron apagar el fuego. El número dos de ERC en el Congreso, Joan Tardà, pidió a Homs que se deje de «puñetas» y sea «fiel» al plan independentista. Mientras que Josep Antoni Duran Lleida ironizó con el giro moderado de CDC. «Homs va a Madrid a pactar? Ya lo haré yo que tengo más credibilidad», dijo.

ERC descarta negociar con Madrid

Si Francesc Homs pretendía marcar perfil propio para que CDC no quede diluida con ERC el 20-D, logró su objetivo ... a medias. ERC aseguró que descarta negociar con Madrid porque «Rajoy, Rivera y Sánchez son lo mismo». Reivindicó que al final habrá acuerdo entre la CUP y Junts pel sí y defendió que «no nos vamos a mover ni un milímetro de nuestra postura porque no vamos a dar el «gustazo» al PP, PSOE y C’s de que no haya acuerdo. También dijo que no hay diferencia entre CDC y ERC, que «lo demás es música».