Videos

Juntos por el Sí sella un principio de acuerdo con la CUP para investir a Mas

Presentan un texto en el que la presidencia de la Generalitat recaerá sobre el líder de CDC y podrá convocar elecciones. La hoja de ruta independentista prevé orillar las impugnaciones al TC al incluir todos sus planes en una ponencia. Los radicales dicen que no es un acuerdo para no deslegitimar la votación el domingo de sus bases

Artur Mas, ayer tras reunirse con sus consejeros
Artur Mas, ayer tras reunirse con sus consejeroslarazon

Presentan un texto en el que la presidencia de la Generalitat recaerá sobre el líder de CDC y podrá convocar elecciones. La hoja de ruta independentista prevé orillar las impugnaciones al TC al incluir todos sus planes en una ponencia

Juntos por el Sí y la CUP dieron ayer por concluidas las negociaciones que han mantenido durante casi tres meses para alcanzar un acuerdo de investidura. Nadie se atrevió a decir que se trata de un preacuerdo, aunque dejaron suficientes pistas sobre ello. «Hoy haremos una rueda de prensa a las 17 horas en el Parlament para explicar la propuesta de acuerdo que nuestros negociadores y los de Juntos por el Sí han cerrado, y que la CUP llevará a la asamblea el día 27», informó el gabinete de comunicación de la CUP en un correo electrónico enviado a los medios a mediodía.

Ambas partes trataron después de disimular el desliz para no violentar a la todopoderosa asamblea de la CUP. Los primeros en tomar la palabra fueron los negociadores de Juntos por el Sí, que protagonizaron una conferencia de prensa en el Parlament minutos antes de las 13 horas. El número uno de JxSí, Raül Romeva, despejó a las primeras de cambio el interrogante sobre quién será el titular de la Generalitat. No hay cambio alguno en este punto, ya que el único candidato es Artur Mas. Romeva, eso sí, trató de endulzar el mal trago a la CUP hablando en todo momento de «presidencia» y no de «presidente» y subrayando el carácter coral que tendrá.

En realidad, no hay ninguna modificación respecto a la propuesta inicial que hizo Junts pel Sí respecto al jefe de gobierno y a sus competencias. Se mantiene a Mas como único candidato –a pesar de que la CUP insistió en una alternativa tras la debacle de CDC en las generales–, se sostiene la oferta de crear tres comisiones de gobierno para que se visualice un poder más horizontal y se prevé que el president se someta a una cuestión de confianza en un plazo de diez meses. Tampoco se disminuyen sus funciones, puesto que Mas conserva intacta la posibilidad de convocar elecciones al Parlament.

Concluida la rueda de prensa, los negociadores de Juntos por el Sí insistieron en que hay un principio que inspira el la «Propuesta de acuerdo hacia la independencia» y es la seguridad jurídica. Aseguraron que todas las estructuras de estado se prepararán sin violentar el ordenamiento jurídico y que todas ellas entrarán en vigor una vez se produzca la desconexión. No quedó claro, no obstante, cómo lograrán que la desconexión sea reconocida a nivel internacional.

En realidad, lo más llamativo del documento es la clara influencia que han tenido las tesis de la CUP, puesto que el combate contra la pobreza, los «desahucios cero», las rentas mínimas garantizadas, el freno a las privatizaciones y la paralización de proyectos como el de BCN World se han convertido en los ejes programáticos del aparente principio de acuerdo de los independentistas en Cataluña.

A las 17 horas, los diez diputados de la CUP comparecieron en el mismo escenario para matizar las palabras de Romeva y las de su propia convocatoria. Paradójicamente, los diez diputados de la CUP se mostraron como los humanos de «Equilibrium» la película de ciencia ficción que retrata un régimen totalitario de una sociedad futura que ha suprimido todas las emociones y en la que los libros, el arte y la música están prohibidos. Se definieron a sí mismos como «intermediarios» entre JxSí y su partido, que el domingo votará la última propuesta de acuerdo para facilitar la investidura de Mas. Con sus gestos y palabras apenas dieron pistas sobre si el documento tiene visos de prosperar. Es más, explicaron que ellos ni defenderán el documento ante las bases, pese a haber participado en su elaboración, ni lo votarán.

El diputado de la CUP Albert Botran insistió ante las preguntas de los periodistas que trataban de adivinar una expresión que les diera una pista, que «para lo bueno y para lo malo los diputados sólo somos mensajeros entre el Parlament y la asamblea», el máximo órgano del partido que en cuatro días dirá qué le depara a Cataluña.

Botran midió bien sus palabras. Mientras que en la convocatoria la CUP hablaba de propuesta «cerrada», durante la comparecencia insistió si no una, cien veces, que el documento que someterán a votación no es ningún preacuerdo entre ambas formaciones, sino la última propuesta de acuerdo que el tándem CDC-ERC presenta para tratar de aproximarse a las tesis de los antisistema. Botran no se atrevió a decir si es «plausible» que la asamblea apruebe el documento domingo, si bien es cierto que tampoco insistió en el comunicado que lanzó la noche electoral, donde emplazaba a JxSí a proponer un candidato alternativo a Mas, tras el batacazo electoral de CDC, que perdió la mitad de su representación en el Congreso.

De la investidura se habló bien poco. El documento elude el tema y Botran suavizó la postura del comunicado. Explicó que desde que se reanudaron las negociaciones, la CUP «explora al máximo» una propuesta de JxSí que les satisfaga, vía medidas sociales, tras no haber logrado cambiar de candidato a la presidencia. Neus Munté, desde el Govern, corroboró que la hipótesis de que Mas dé un paso hacía atrás en favor de un candidato de consenso «no se ha planteado nunca». La portavoz del Ejecutivo catalán aprovechó para dejar claro que según la propuesta de JxSí, en cuya negociación ha participado, el president de la Generalitat no perdería ninguna de sus atribuciones. También aclaró que las medidas de carácter social incluidas en el texto son todas «realizables» desde el punto de vista presupuestario. Y no dio por enterrado el proyecto de BCWorld. Matizó que la propuesta habla de crear un grupo de trabajo para consensuar un proyecto alternativo.

Domingo la CUP despejará dudas. Su asamblea votará en Girona, un territorio más afín al acuerdo que Sabadell, por ejemplo, cuatro propuestas. Sólo la primera da el visto bueno al documento y valida la investidura de Mas. Tras la votación, el mismo lunes 28, se reunirá el consejo político y el secretariado de la CUP para definir su postura en base a la votación de la militancia.

El correo que les delata

El gabinete de prensa de la CUP convocó ayer a los medios para presentar «el resultado de las negociaciones con JxSí»: «Haremos una rueda de prensa para explicar la propuesta de acuerdo que nuestros negociadores y los de JxSí han cerrado». Luego desmintieron el preacuerdo.