Felip Puig

La agencia de ciberespionaje catalana realizó 50 informes para los Mossos

El ex conseller Felip Puig es uno de los cinco imputados
El ex conseller Felip Puig es uno de los cinco imputadoslarazon

La polémica sobre la agencia catalana de ciberespionaje, denominada centro de Seguridad de la Información de Cataluña (Cesicat), sigue dando que hablar, y, de nuevo, en el Parlament. El conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig, admitió ayer en una comisión en la cámara catalana que el Cesicat elaboró, entre los años 2012 y 2013, unos 50 informes de seguimiento de personas y movimientos sociales por razones de «seguridad» y no de «ideología», a petición de los Mossos d'Esquadra.

«El Cesicat no tiene ni informes ni fichero organizado de los datos que se obtienen» de esos seguimientos en la red» a personas, aseguró Puig, en su comparecencia a petición propia y también del resto de grupos.

Los informes de este centro se trasladan a los Mossos y de los mismos no queda constancia en el Cesicat, señaló Puig, que afirmó que «no se ha realizado un seguimiento político ni a ningún diputado o ciudadano» de Cataluña.

Informe sobre CDC

El único informe que los Mossos no encargaron al Cesicat fue sobre un congreso de su partido, Convergencia Democràtica de Catalunya (CDC), por «prevención» y ante el «riesgo» que existía para la seguridad pública, precisó.

«No se ha perseguido a nadie ni tampoco a movimientos» sociales, insistió el conseller, que mantuvo luego un tenso intercambio de opiniones con miembros del PP y de la CUP. Puig explicó que, actualmente, el Cesicat estudia un proyecto para encriptar los móviles de unos 50 altos cargos de la Generalitat, «para garantizar la confidencialidad de sus comunicaciones», con un coste de unos 28.000 euros más IVA.

Por el contrario, se rechazó la aplicación Cerberus, dijo el conseller, quien pidió a los diputados «neutralidad» en sus intervenciones y que no vean «ninguna conspiración» en las tareas del Cesicat. El PP insistió en el informe sobre la creación de una Agencia Nacional de Seguridad de Cataluña, que dio a conocer el dirigente de Ciutadans Albert Rivera, y también sobre las supuestas disfunciones del Cesicat vertidas por un antiguo colaborador del mismo, con el que se reunió el conseller.

Puig admitió que se entrevistó con el ex colaborador, que le habría informado sobre las posibles «debilidades» del Centro de Información.

Reiteró también que el informe sobre «la idea que alguien plasmó en papel oficial» le creación de una futura Agencia Nacional de Seguridad no fue encargado ni recibido por el gobierno, ni generó costos ni tampoco se utilizó.

Puig rechazó las «elucubraciones» de parte de la oposición respecto a la supuesta Agencia Nacional de Seguridad de Cataluña, y afirmó que el Cesicat se creó para la defensa de la ciberseguridad institucional y «no será nunca» un centro de inteligencia ni de espías.

Según datos de Puig, el pasado 2013 el Cesicat intervino en 1.953 incidentes de seguridad electrónica registrados en Cataluña, de los que 453 estaban relacionados con la Generalitat, 140 con administraciones locales, unos 500 con empresas privadas, 350 con universidades y 118 con ciudadanos particulares.