Cataluña

La CUP da el primer paso para convertir a Mas en presidente de la Generalitat

Los antisistema levantan el veto al líder de CDC, quien asegura que se acercan «fechas decisivas» para el acuerdo pero no fija ninguna límite

El presidente del grupo parlamentario de la CUP, Antonio Baños al lado de otros compañeros de escaño, durante la rueda de prensa
El presidente del grupo parlamentario de la CUP, Antonio Baños al lado de otros compañeros de escaño, durante la rueda de prensalarazon

Los antisistema levantan el veto al líder de CDC, quien asegura que se acercan «fechas decisivas» para el acuerdo pero no fija ninguna límite

Después de dos meses respondiendo casi a diario que los votos de la CUP no servirían para investir a Artur Mas como presidente de la Generalitat, la formación antisistema cambió ayer de guión. De pronto, el veto explícito a Mas desapareció y la decisión final quedó en manos de sus bases. «La CUP, cuando tenga una propuesta para la investidura, abrirá sus canales, su asamblea abierta, para que sea la militancia quien tome la decisión», dijo el diputado de la CUP Xevi Generó.

Los antisistema parecen encaminados a aceptar a regañadientes la investidura de Mas, pero no están dispuestos a que el proceso avance mediante pactos y componendas. Ayer, el presidente en funciones señaló que se acercan «fechas decisivas» para el acuerdo, dado que el 3 de diciembre comineza la campaña, pero no fijó ninguna límite, informa Efe.

Los diputados de la CUP han contemplado con cierta estupefacción las llamadas al diálogo con Madrid que a lo largo de los últimos días han realizado dirigentes de CDC. «Hemos constatado que hay sectores partidarios del dilacionismo. La posición de la CUP garantiza que la independencia será irreversible», afirmó el número uno del partido, Antonio Baños.

Varios dirigentes de CDC han establecido líneas rojas en el proceso soberanista después de la presión mediática para que la independencia no avance de forma atolondrada y sin seguridad jurídica. «Las declaraciones de Francesc Homs (cabeza de lista de CDC a las generales) y de Andreu Mas-Colell (conseller de Economía) nos obligan a replantear un dilema que creíamos superado tras la declaración aprobada en el Parlament. Dábamos por hecho que se había comenzado el camino rupturista y parece que ha aparecido un escenario neoautonomista que sitúa a Madrid en el centro de la vida política catalana», lamentó Baños, muy crítico con el tradicional pactismo que ha caracterizado históricamente a Convergència. «Nosotros ni “peix al cove” (la política de pájaro en mano), ni jugar a “la puta y Ramoneta” (jugar a dos bandas). Si hay autonomistas en CDC que lo expliquen, pero no a nosotros, sino a sus votantes», desafió Baños.

En suma, los cuperos no piensan ser la muleta de una Convergència entregada al pacto con el Gobierno y mucho menos están dispuestos a rendirse al «establishment». «Vemos con satisfacción los nervios de aquella gente que quería cambiarlo todo para no cambiar nada porque esta semana ha sido muy mala para ellos», dijo en alusión al pavor que provoca la vía rupturista.

La situación podría quedar desbloqueada definitivamente la semana que viene, cuando la CUP prevé reunir a sus asambleas territoriales para debatir la conveniencia de investir a Mas a cambio de sellar un proceso nítidamente rupturista. «La semana que viene tendremos el debate in situ, en el territorios, con nuestras asambleas», explicó el diputado Xevi Generó.

El propio cabeza de lista de JxSí, Raül Romeva, se mostró convencido de que las negociaciones entre su formación y la CUP deben acabar con un acuerdo porque «es necesario», sin que haya «vencedores ni vencidos». Ante el escollo de la investidura, y después de que no sólo CDC sino también ERC hayan dejado claro a la CUP que no existe nombre alternativo posible al de Mas, la estrategia negociadora de unos y otros consiste ahora en buscar un acuerdo global que vaya mucho más allá, con el diseño de un plan de choque social y una hoja de ruta detallada de los pasos a dar hacia la independencia de Cataluña.

La votación del 29-N

Si ambas partes son capaces de alcanzar un acuerdo sobre estos contenidos, la CUP tendrá más difícil persistir en el «no» a Mas y forzar nuevos comicios al negarse a facilitar su investidura. En el momento en que haya un preacuerdo o, como mínimo, una propuesta negociada con Junts pel Sí, la CUP piensa someterla a votación en una «asamblea nacional abierta» que se celebrará el 29 de noviembre. Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reitieró que tomará «todas las medidas precisas, todas», para defender la unidad de España frente al independentismo, aunque confió en no tener que adoptar ninguna decisión más aparte del recurso presentado ya al Tribunal Constitucional.

La secretaria de Estudios y Programas en la ejecutiva federal del PSOE, Meritxell Batet, no descarta nuevas elecciones en Cataluña en vista de «la incapacidad de Mas para formar gobierno».