Elecciones catalanas
La CUP entra en campaña acusando a ERC y JxCat de «autonomistas»
Pide a los dos partidos que apuesten por la unilateralidad porque si no lo hacen sería «dar la razón al 155, jueces y fiscales»
El fracaso de la lista única ha abocado a las formaciones independentistas a tener que batallar por un mismo electorado, que era mayoritariamente proclive a forjar la candidatura conjunta para afrontar el 21-D como la reválida del simulacro de referéndum del 1-O para construir la república catalana.
El fracaso de la lista única ha abocado a las formaciones independentistas a tener que batallar por un mismo electorado, que era mayoritariamente proclive a forjar la candidatura conjunta para afrontar el 21-D como la reválida del simulacro de referéndum del 1-O para construir la república catalana. De las tres fuerzas, la CUP es quien más se está proyectando en esa dirección y está insisitiendo inequívocamente en la unilateralidad, mientras ERC y JxCat muestran dudas sobre esa vía. Este escenario es el que pretenden explotar los anticapitalistas para arañar sufragios entre el nicho de votantes separatistas, también frustrado por la fallida declaración de independencia –que fue proclamada pero no materializada–, y por ello, ayer acusaron a ambas formaciones de «autonomistas» por flirtear con la bilateralidad.
De esta manera, la CUP, que había pasado de puntillas durante la precampaña, se sumó al cruce de reproches que ya se ha percibido tímidamente entre ERC y JxCat y les atribuyó ir con un «programa autonomista». Según afirmó su candidato, Carles Riera, su lista solo dará apoyo a aquellos que «desobedezcan» al Estado y empiecen a contruir el Estado propio, dando desarrollo a la Ley de transitoriedad jurídica, aprobada en el Parlament el 7 de septiembre y suspendida por el Tribunal Constitucional. No actuar en esa dinámica, según Riera, sería «dar la razón al 155, a los jueces y a los fiscales, a la lógica colonial con la que el Estado trata a Cataluña». En todo caso, y para salir de dudas, los cuperos interpelaron a las otras dos candiaturas independentistas para que aclaren si van a intentar el «diálogo» con el Estado o van a apostar por la unilateralidad, que es la vía más posiblista que consideran los anticapitalistas porque no ven ningún «receptor» en Madrid que permita la negociación.
Pero mientras la CUP se expresa con esta determinación y actúa en esta clave –el alcalde de Argentona, que tenía cita con el juez por el 1-O, se negó a acudir por ser la justicia española–, tanto ERC como JxCat siguen con el freno echado. Los republicanos, que estuvieron por la mañana en la cárcel Modelo, un acto lleno de simbolismo ya que pretendía dar reivindicación a uno de los logros del partido durante su etapa en un Govern «autonomista» –como es el cierre del centro penitenciario–, continuaron alimentando la vía del entendimiento con el Estado y poniendo el acento en el ámbito social.
El encargado de hacerlo fue el impulsor de su clausura, el ex conseller de Justicia, Carles Mundó, que paradójicamente 24 horas antes salía de la prisión de Estremera, tras estar un mes recluido provisionalmente, y ahondó en los éxitos de su partido, como la aprobación de la Renta Garantiza o llevar el Metro a Zona Franca. La candidata accidental, Marta Rovira, dio pábulo a la polémica de la investidura en caso de que haya mayoría independentista en el Parlament, ya que evitó pronunciarse y se escudó en que es pronto para abordar esta cuestión. En esa línea también se pronunció la CUP, que priorizó la agenda del nuevo Govern a las personas que lo compongan.
El vídeopresident
Lo cierto es que delante va a tener a la candidatura de Carles Puigdemont, también inclinada a la bilateralidad, aunque con el objetivo de restituir el anterior Govern y ergirse de nuevo en el presidente de la Generalitat. En este sentido, por videoconferencia por la tarde en un acto en Reus, Puigdemont incidió en cultivar su liderazgo natural en el independentismo. Asimismo, se envalentonó con PSC, PP y C’s –más cerca que nunca de ser alternativa– y les espetó que «abandonden la fantasía de gobernar Cataluña». La jornada de JxCat se centró también en reivindicar la figura de sus dos ex consellers, Jordi Turull y Josep Rull, que salieron el lunes de la cárcel, y ambos participaron de los actos y explicaron su experiencia en la cárcel.
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