La CUP se irrita con el Govern por ralentizar el avance de la independencia

Exige crear un grupo de juristas que actúe en cada «paso en falso» que dé el Estado.

Cuando la CUP dio el «sí» a los presupuestos, estaba convirtiendo su decisión en una nueva arma de presión al Govern para avanzar en la preparación del referéndum y todo lo vinculado al proceso independentista. Y así lo está demostrando, enviando continuas consignas al gobierno catalán sobre lo que debe hacer o frunciendo el ceño cada vez que no se cumplen los acuerdos de la hoja de ruta. En este sentido, lo último ha sido reclamar que se active una comisión de expertos internacional del referéndum, instar a tener la consulta lista para mayo y animar al ejecutivo catalán a imitar el proceso constituyente boliviano.

La primera de las exigencias, que también es un tirón de orejas al Govern por el retraso que lleva, consiste en la creación de un grupo de juristas reconocidos internacionalmente para que trate de sacar los colores al Estado cada vez que actúe contra el proceso independentista. En concreto, se encargaría de emitir dictámenes sobre los diferentes «pasos en falso» que dé el Gobierno para frenar el plan rupturista. No obstante, los anticapitalistas exteriorizaron ayer sus molestias con el ejecutivo de Carles Puigdemont por su falta de dedicación a esta cuestión. A través de un escrito en el «Observatori del Procés», detallaron que habían confeccionado una lista de posibles componentes hace ya mes y medio, pero no han recibido correspondencia.

En el texto critican que «no se haya avanzado más» al respecto, ya que la comisión «ni se ha convocado ni se ha constituido», pese a que, como remarcaban, era uno de los compromisos adquiridos en el Debate de Política General, que instaba a estar creada «antes de que acabara 2016» y a celebrar una conferencia pública para «dar a conocer sus objetivos». Además de todo ello, los cuperos también recriminan haber sido ignorados de los contactos que mantiene el Govern para constituirla.

Por otro lado, la CUP ponía blanco sobre negro la retrasada preparación de la consulta, que instan a tener lista para mayo, pero sobre la que quedan aspectos importantes por abordar, como la ley del referéndum, de la que queda por decidir si se formula como una ley por separado o se vincula a la ley de transitoriedad. Asimismo, también precisan que faltaría por aclarar cuándo entraría en vigor la proclamación unilateral de independencia: «Si en el momento de aprobar la ley o una vez ganado el referéndum -que es lo que plantea la CUP-».

Finalmente, los antisistema reprochan que el Govern no está cumpliendo con los plazos del proceso constituyente, que aunque deba estar liderado por la ciudadanía, precisa del impulso del ejecutivo. Para ello, pusieron como ejemplo a Bolivia.