Literatura

Barcelona

La fuerza de una ciudad capturada en imágenes

Caixa Fórum acoge una muestra con fotografías y filmes de Brassaï, Cartier-Bresson o Moholy-Nagy sobre las grandes urbes

Rodtchenko Alexandre (1891-1956). Paris, Centre Pompidou - Musv©e national d'art moderne - Centre de crv©ation industrielle. AM1981-585.
Rodtchenko Alexandre (1891-1956). Paris, Centre Pompidou - Musv©e national d'art moderne - Centre de crv©ation industrielle. AM1981-585.larazon

Caixa Fórum acoge una muestra con fotografías y filmes de Brassaï, Cartier-Bresson o Moholy-Nagy sobre las grandes urbes

Si una ciudad tuviera la capacidad de hablar, a buen seguro que no querría hacerlo. Renunciaría a esa capacidad. Habría visto demasiado, tropezado con demasiadas torpezas, conocido todos los secretos habidos y por haber. La vergüenza ajena habría sido demasiado apabullante y abrumadora. Mejor el silencio, sin duda. Porque hablar significaría destruir la visión que los ciudadanos tienen de sí mismos y las ciudades lo que quieren es construir. Entonces,...está claro que podrían hablar si quisiesen. Demos gracias a Dios que no quieran. O Barcelona gritaría ahora, ¡pero qué demonios, yo no soy de nadie, dejad de utilizarme!

Para los que no tienen voz, para los que la tienen pero renuncian a ella incluso, lo mejor es la fotografía. Aquello de que una imagen vale más que mil palabras significa que ante la incapacidad de hablar, lo mejor es una imagen. Concentra posos de significado en tanta concentración que son como auténticas piedras arrojadizas. Como decía Wittgenstein, hay cosas que no se pueden decir pero se pueden mostrar. Las grandes ciudades son una de estas cosas. Y cuanto más grandes, más necesidad de representación en imágenes.

CaixaFórum acoge hasta el 8 de marzo la exposición «Cámara y ciudad. La vida urbana en la fotografía y el cine», una muestra que a partir de 244 instantáneas de 80 grandes fotógrafos, de Brassai a Cartier-Bresson, Moholy-Nagy, Joan Colom o Català-Roca, intenta seguir el rastro de la mejor fotografía urbana y su estrecho vínculo con la historia social y moral de las ciudades. Las instantáneas van desde 1910 a la actualidad para ver cómo hemos cambiado la manera de mirar las ciudades.

Las imágenes, ya sean de Nueva York, Madrid, Barcelona o París, dibujan, en color o en blanco y negro, muestran cómo la captura del movimiento en imágenes siempre genera una fricción, un calor y, por tanto, una iluminación. «No es una recorrido histórico sino un ensayo visual que explica una relación crítica del ojo del fotógrafo o el cineasta con la realidad que encierran las grandes urbes», señaló ayer Florian Ebner, comisario de la muestra y responsable del departamento de Fotografía del Centro Pompidou de París. La exposición significa la primera colaboración entre Caixa Fórum y el mítico centro artístico parisino.

El recorrido está estructurado en tres ritmos y pone el foco en la relación de los grandes fotógrafos internacionales con los profesionales españoles y catalanes. De esta forma, podemos ver imágenes de Henri Cartier-Bresson, Paul Strand, Man Ray, Brassaï, Robert Doisneau o William Klein, pero también de Joan Colom, Pilar Aymerich, Francesc Català-Roca, Manel Armengol, Carlos Pérez de Rozas, Leopoldo Pomés o Jorge Ribalta entre otros.

De la euforia a la resignación

La exposición recupera imágenes icónicas como los retratos de inadaptados de Diane Arbus o la célebre «Mujer ciega», de Paul Strand, de 1916, pasando por hitos como el expresionismo a lo «Acorazado Potemkin» de Alekxandr Rodtxenco, de 1930. También habría que incluir piezas muy significativas en su descripción de su tiempo como «La joven con la flor», de Marc Riboud, de 1967 o «La barricada», de Agustí Centelles, de 1936, pasando por cualquier imagen de Margaret Michaelis o Lee Friedlander.

La interesante coreografía de las imágenes nos permiten ver cómo la fotografía arrancó con una euforia modernista ante la verticalidad de las ciudades, pero que poco a poco se convirtió en un escenografía del desasosiego en que las imágenes no retrataban simplemente, sino que denunciaban hasta convertirse en performance política. En definitiva, un viaje fascinante que incluye filmes míticos como «Manhatta», de Charles Sheeler.