Salud
La migraña comparte genes con la hiperactividad, la depresión y el trastorno por déficit de atención
Un estudio internacional descubre la relación entre enfermedades psiquiátricas consideradas distintas.
Un estudio internacional descubre la relación entre enfermedades psiquiátricas consideradas distintas.
Michael Jordan decía que «el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo gana campeonatos». Un estudio recién publicado por la revista «Science» que redefine los trastornos mentales le da la razón. El trabajo en red de más de 500 expertos a través del Brainstorm Consortium ha permitido estudiar el genoma de más de un millón de individuos –215.683 pacientes con 25 trastornos cerebrales y 657.164 personas sanas– y su relación con diversos factores ambientales. Y se ha descubierto que enfermedades consideradas distintas comparten una misma base genética. También que estos trastornos son una mezcla de genética y factores ambientales.
Por ejemplo, la migraña, una enfermedad neurológica que se caracteriza por episodios de fuertes dolores de cabeza, tiene una correlación genética con trastornos psiquiátricos como el tastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la depresión mayor o el síndorme de Tourette. Para relacionar el TDAH con la migraña ha sido clave la investigación de un equipo del Hospital Vall d'Hebron, que además relaciona ambas patologías con factores externos. El TDAH se asocia a un mayor riesgo de obesidad, menos años de formación académica y mayor consumo de tabaco. El doctor Josep Antoni Ramos Quiroga, jefe del servicio de psiquiatría del Vall d'Hebron, uno de los 500 expertos que firman el artículo, incide en que el estudio demuestra los problemas de salud y sociales que pueden sufrir los pacientes de TDAH. Es una patología que afecta al 5% de la población durante la infancia. La mitad de ellos sigue con él en la edad adulta. Los síntomas habituales son la falta de atención, desorganización, falta de control de los impulsos, hiperactividad e inestabilidad emocional. Está asociada a un bajo rendimiento académico, riesgo en las relaciones sexuales, abuso de drogas y dificultades a la hora de mantener relaciones interpersonales.
El TDAH también comparte genes con el autismo, la esquizofrenia o la anorexia nerviosa, enfermedades consideradas distintas, hasta ahora.
Ramos Quiroga cuenta que este estudio ayudará a redefinir los trastornos psiquiátricos y neurológicos, a explicar sus causas y abre nuevas líneas de tratamiento. Gracias a él también se aprecia que características de la personalidad inciden en que se desarrolle una afección u otra. Las personas con más inestabilidad emocional, conductas adictivas y menos años de educación tienen más riesgo de sufrir TDAH, depresión o esquizofrenia. «Las bases genéticas comunes en muchos trastornos como el autismo, la esquizofrenia, el TDAH o el trastorno bipolar pueden presdisponer a sufrir un trastorno en función de determinados agentes exteriores. Es decir, que las variantes genéticas juegan un papel fundamental para explicar por qué el cerebro de cada persona se comporta distinto ante un mismo condicionante externo», explicó.
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