La oposición fuerza al Ayuntamiento a revisar la ordenanza de terrazas

El Pleno considera que Colau se excede en la interpretación de la norma y le da un mes para modificarla

La ordenanza de terrazas, polémica mediante, se ha demostrado su ineficacia para ordenar el espacio público. Por lo que a nadie extrañó ayer que el pleno del Ayuntamiento enmendase la ordenanza incluso con la abstención de Barcelona en Comú y PSC, los dos partidos de gobierno. La petición, propuesta por CiU, C’s y PP, recibió el apoyo de ERC y sólo los votos en contra de la CUP, por lo que tendrá que ser reformada inmediatamente. La regulación actual, en cualquier caso, fue aprobada en 2013 por CiU y PP, extremo que explica la poca resistencia del gobierno municipal.

En el enésimo debate de la ordenación de las terrazas y veladores de la ciudad en estos tres años, los grupos municipales reiteraron los reproches habituales pero coincidieron en que la ordenanza debe ser mejorada y su aplicación desde 2015, revisada. El acuerdo pide al gobierno municipal que impulse, en el plazo máximo de un mes, cambios y actuaciones que den solución a los problemas ocasionados por la aplicación de las ordenaciones singulares y las distribuciones previas, incluida la incorporación a la Comisión Técnica de Terrazas de técnicos designados por los grupos municipales.

Como impulsor de la ordenanza de terrazas en el mandato anterior, el concejal de CiU Raimond Blasi no evitó la autocrítica e instó a «reconsiderar» la situación. Eso sí, acusó al gobierno de Ada Colau de hacer una «aplicación arbitraria» de la norma y dijo que si CiU continuara en el ejecutivo habría hecho valer «el diálogo y el consenso». El presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández, señaló que las terrazas se han convertido en «el debate de la marmota» y reprochó al gobierno que un año después de que el pleno instara al ejecutivo a modificar la norma, «todavía no haya hecho ninguna propuesta». El portavoz de ERC, Jordi Coronas, pidió «valentía» para cambiar la ordenanza y «no tener miedo de lo que dirán». «Basta de dudas, hacemos una nueva ordenanza con plazos claros», sentenció Coronas. La líder municipal de Ciudadanos, Carina Mejías, apuntó que la ordenanza ha generado «efectos negativos» y que debido a la «inacción» del gobierno, la oposición reclama «una solución definitiva».

Desde el gobierno, el concejal de Paisaje, el socialista Daniel Mòdol, dijo que se han hecho reuniones técnicas, además de con asociaciones de vecinos, para «resolver el tema». Mòdol explicó que el gobierno tiene «revisada y enmendada» toda la ordenanza y dijo que es «inaplicable». «Tenemos la sensación de que estamos haciendo el trabajo y que estamos llegando a acuerdos muy importantes», dijo Mòdol, quien añadió que «próximamente podremos aprobar una nueva ordenanza».

La presidenta del grupo municipal de CUP, María José Lecha, señaló señaló que su voto en contra «no es un cheque en blanco» y que «no se puede gobernar para todos, sencillamente, porque hay intereses contrapuestos».