Salud
La UE financia con 15 millones un estudio sobre las bacterias en la cirrosis
La investigación, liderada en Barcelona, busca diseñar un test para personalizar el tratamiento
La investigación, liderada en Barcelona, busca diseñar un test para personalizar el tratamiento.
La cirrosis causa en torno a 1,2 millones de muertes en el mundo, que representan un 2% del total, de las cuales 5.000 de ellas se producen en España. El Síndrome de Insuficiencia Hepática Aguda sobre Crónica (ACLF), que afecta a un 30% de los pacientes hospitalizados por cirrosis, es la causa más frecuente de muerte por esta patología. Sin embargo, en la actualidad, menos del 10% de las investigaciones sobre enfermedades hepáticas se centran en ACLF.
«El 25% de los pacientes con ACLF ni siquiera sabía que tenía cirrosis y en el 15% de los casos el síndrome se diagnostica en los cinco primeros meses tras el diagnóstico de la cirrosis y tras su aparición, la probabilidad de supervivencia es corta y su único tratamiento es el trasplante», explica el profesor Vicente Arroyo, presidente de Fundación Europea para el Estudio de la Insuficiencia Hepática Crónica (EF Clif), quien señala que «la ACFL frecuentemente está precipitada por infecciones». Y es que como apunta, Jonel Trebicka, miembro de la fundación, «la cirrosis destruye las paredes del intestino, de manera que las bacterias o sus componentes allí presentes pueden traspasar esas paredes para pasar a la sangre y de allí llegar hasta el hígado, que en este tipo de pacientes no cumple adecuadamente con su misión de limpiar la sangre, empeorando el estado de este órgano y haciendo progresar la enfermedad, puesto que se produce una inflamación sistémica del hígado que hace que fallen órganos extrahepáticos».
En este contexto, resulta clave estudiar el microbioma humano o bacterias intestinales para identificar su influencia en el desarrollo del síndrome y, en este sentido, la Unión Europea ha destinado 15 millones de euros para financiar Micro-Predict, un proyecto de investigación liderado por EF Clif, con sede en Barcelona, en el que participan expertos procedentes de 22 organismos, instituciones y empresas de diez países europeos, cuatro de los cuales son españoles: Universidad de Barcelona, EF Clif, Fundación Clínic per la Investigación Biomédica y Fundación Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología. El objetivo principal es estudiar ese microbioma para identificar su influencia en el desarrollo de la ACLF y así poder diseñar un test que permita predecir cuál y cómo será el progreso de la cirrosis y llevar a cabo tratamiento personalizados.
Así pues, en el marco de este estudio se prevé analizar más de 200.000 datos de muestras de 10 mil pacientes aplicando integración de big data para identificar biomarcadores que permitan «conocer qué pacientes de cirrosis van a desarrollar ACLF, qué pacientes van a poder beneficiarse del tratamiento profiláctico, que consiste en antibióticos y proteína de plasma, y qué pacientes van a responder al tratamiento», explica Jonel Trebicka, investigador principal de Micro-Predict. «La idea es conocer si va a responder el tratamiento de primera línea, porque si no es así, no se lo damos y recurrimos a otro, lo cual también permite ahorrar recursos al sistema sanitario», añade el investigador
En definitiva, se trata de prevenir y personalizar los tratamientos y eso es precisamente lo que se espera lograr mediante el proyecto Micro-Predict. «En unos 4 años esperamos tener validados estos test que a partir de los microbiomas y del tipo de desequilibrio provocado por las bacterias nos permitirán personalizar el tratamiento», indica Trebicka.
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