Lo que somos en lo deportivo

Me da que los hipermotivados por el independentismo deben andar un tanto perplejos con la realidad deportiva de este país. No me refiero a la lógica alegría por el triunfo liguero del Barça, que no es que sea más que un club sino que es mucho más que una ideología por mucho que el pensamiento único intente apropiarse de los colores blaugrana a base de «Catalonia is not Spain». El Barça es tan plural como la sociedad y bastante más grande que un sueño político.

Pero va y resulta que el Español, que es también mucho más que una ideología, se deja la piel con el Real Madrid y, además, nos roban el partido. El pensamiento único frentista se viene abajo. Ahora resulta que los pericos somos pericos y no merengues, y que nos trae al pairo lo que pase en el resto del mundo futbolístico que no vista de blanquiazul.

Luego para colmo gana Fernando Alonso en Montmeló. Entre la euforia de público asistente, pasea la bandera española y la gente aplaude a rabiar, suena el Himno y no hay abucheos; ¡lástima!, no debió dar tiempo a preparar una manifestación espontanea de repulsa a Madrid. Esto de Fernando Alonso no tiene pase ¡vale que gane a pesar del Ferrari pero que encima lo celebre con la Rojigualda eso ya es demasiado!

Para colmo Nadal gana el Open de Madrid. Es cierto que eso queda lejos pero yo conozco a más de un teórico adepto a la causa que empalmó la Fórmula I con el tenis y celebró la victoria del menorquín, que habla catalán, es del Real Madrid y se siente español.

En fin, que somos lo que somos y es difícil luchar contra las pasiones que provoca el deporte.