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Los mossos dieron 5 puñetazos en la cabeza del empresario ya inmovilizado

La Policía Nacional apunta a que pudieron usar porras extensibles

El pasado 6 de octubre Juan Andrés Benítez, empresario del Eixample, murió tras recibir una paliza de ocho agentes de los Mossos que acudieron al Raval porque se estaba peleando
El pasado 6 de octubre Juan Andrés Benítez, empresario del Eixample, murió tras recibir una paliza de ocho agentes de los Mossos que acudieron al Raval porque se estaba peleandolarazon

BARCELONA- Fotograma a fotograma, la Policía Nacional ha estudiado hasta siete videos que grabaron vecinos el barrio barcelonés del Raval mientras ocho agentes de los Mossos d'Esquadra reducían al empresario Juan Andrés Benítez que acabó muriendo. El estudio desvela que al menos dos policías autonómicas propinaron cinco puñetazos y tres patadas al hombre cuando éste ya estaba inmovilizado en el suelo. Además, el informe apunta a que los mossos pudieron utilizar porras extensibles.

La autopsia practicada al empresario puso de manifiesto que el hombre falleció a causa de una parada cardiorespiratoria producida por los numerosos golpes que recibió en el cráneo. El análisis forense no pudo certificar cuándo se produjeron esos golpes. Tres posibles escenarios se plantearon entonces. Los traumas se produjeron en el marco de la pelea que protagonizó Benítez con uno de sus vecinos al que acusó de robarle su perro. Las heridas las infligieron los agentes de los Mossos d'Esquadra, que acudieron cuando la discusión ya había terminado, para inmovilizar al empresario o bien la propia víctima se autolesionó.

El juez encargado del a instrucción solicitó entonces a la Policía Nacional que investigara los hechos. Sus primeras conclusiones determinan que uno de los agentes que inmovilizaba al hombre le propinó tres patadas en el lado izquierdo del cuerpo sin que se pueda determinar en qué parte exactamente. Este mismo agente, mira en un momento dado de la actuación policial hacia el cielo, hacia la parte superior de los edificios para comprobar, según la Policía Nacional, si «eran observados». Además, el informe describe como uno de los agentes se aparta del meollo y golpea algo en el suelo, «un gesto inequívoco de una defensa extensible». Este mismo mosso sustituye a una compañera en la inmovilización de Benítez que está situada a la altura de su cabeza. En este momento, «tomando para ello impulso y retrocediendo con su brazo izquierdo», el agente le propina cinco puñetazos en la parte izquierda del cráneo de la víctima.

Intimidación y una llamada

El informe que la Policía Nacional ha entregado al juez recoge, también, la declaración de una decena de testigos, de las que una apunta que los Mossos d'Esquadra acudieron a su domicilio para «ordenarle» que destruyera las imágenes de los ocurrido.

Asimismo, la investigación revela que Benítez realizó una llamada a la Guardia Urbana poco antes de la llegada de los Mossos d'Esquadra para denunciar al vecino con el que venía de pelearse. Esta llamada desmentiría uno de los atestados de la Policía Autonómica que señala que Benítez y su vecino seguían peleándose cuando llegaron al lugar.