Los reyes del fútbol

No vienen de Oriente, ni huelen a incienso y mirra. Ninguno de ellos luce una larga barba blanca ni lleva corona de oro y amatistas, pero despiertan la misma o incluso más ilusión que Melchor, Gaspar y Baltasar. Los jugadores del Barça se adelantaron ayer a los Reyes Magos y repartieron regalos por los hospitales catalanes. Tras un entrenamiento en el Minisestadi abierto al público, del que disfrutaron hasta 13.200 aficionados, la mayoría niños, la plantilla azulgrana se metió en el papel de Reyes Magos. Aunque en vez de camellos se desplazaron a los hospitales en coches de más de cien caballos.

Neymar y el entrenador Gerardo «Tata» Martino, que se estrenaban en esta iniciativa enmarcada en la campaña de la fundación del club «Un sueño por un regalo», visitaron Sant Joan de Déu junto con Adriano, Alexis y el preparador físico Elvio Paolorosso.

Messi, recién llegado de Argentina, donde ha estado recuperándose de una lesión, repartió regalos con Pinto y Mascherano en el Hospital Sant Pau.

A la Vall d'Hebron se desplazaron Cesc Ibrahim, Alba e Iniesta, capitaneados por Jordi Roura, ahora, ayudante del «Tata».

Piqué y Cuenca hicieron de reyes de carne y hueso en el Hospital Trias i Pujol de Badalona, mientras que Busquets y Dos Santos arrancaron sonrisas en el Hospital de Barcelona. En el Hospital de Niños, los juguetes llegaron de la mano de los porteros Valdés y Oier; a la casa de RonaldMcDonald de Xavi, Pedro, Sergio Roberto y el preparados físico, Edu Pons, y al Cottolengo del Padre Alegre, de Bartra y Song. A diferencia de los Reyes Magos que no se ven, los jugadores se fotografiaron, charlaron y jugaron con los pequeños.