Asuntos sociales
Más de 100.000 personas recuerdan a sus difuntos
La jornada vino marcada por el derrumbe de varios nichos en Montjuïc el pasado 17 de septiembre.
La jornada vino marcada por el derrumbe de varios nichos en Montjuïc el pasado 17 de septiembre.
Como de costumbre, la afluencia a los cementerios de la ciudad se incrementa notablemente durante la festividad del 1 de noviembre. Una cita, este año marcada por el derrumbamiento de nichos en el cementerio de Montjuïc del pasado 17 de septiembre. La afectación todavía trae cola porque quedan por identificar una veintena de cuerpos. Cementerios de Barcelona, en cualquier caso, había previsto una afluencia de 100.000 personas a lo largo de la jornada de ayer.
En las festividades del Día de Todos los Santos y de la Conmemoración de los Fieles Difuntos es tradicional asistir a los cementerios para visitar las tumbas en recuerdo de las personas fallecidas. En muchos casos, incluso se acude con unos días de antelación para arreglarlas, de forma que a principios de noviembre estén en perfecto estado. Durante los días 1 y 2 de noviembre se engalanan con flores y se reza por los que ya se han ido.
El Día de Todos los Santos fue instaurado por la Iglesia Católica a raíz de la Gran Persecución de Diocleciano, a principios del siglo IV. Eran tantos los mártires causados por el poder romano, que la Iglesia señaló un día común para todos ellos, fueran conocidos o desconocidos.
Aunque en los primeros siglos varió la fecha, Gregorio III la fijó el 1 de noviembre en el siglo VIII, en respuesta a la celebración pagana del Samhain o Año Nuevo Celta, que se celebra la noche del 31 de octubre, y Gregorio IV extendió la festividad a toda la Iglesia en el siglo IX. Para los católicos españoles es una de las ocho fiestas de precepto anuales.
Para facilitar los desplazamientos en transporte público, TMB refuerzó el servicio de las líneas 21, 102, 103, 104 y 107, que comunican con los cementerios. En el caso de la Línea 103, que va de Montcada i Reixac en el cementerio de Collserola, y la 104, que va de Fabra y Puig en el cementerio de Collserola, tuvieron más vehículos.
Flores
El crisantemo es la flor más utilizada en los cementerios con motivo del Día de Todos los Santos, especialmente, porque es en otoño cuando empiezan a florecer y durante estas fechas están en pleno apogeo, simboliza la eternidad. Se trata de una flor de origen asiático, pero extendida por todo el mundo, con numerosas variaciones y colores. Y aunque se les asocia con la muerte, simbolizan la eternidad, la fidelidad, el optimismo, la sabiduría y la larga vida, aunque también depende del color.
Concretamente, el crisantemo amarillo simboliza el amor rechazado o el desprecio; el blanco, el fin de un amor o un dolor profundo, mientras que el rojo es la fuerte amistad. El azul, significa una relación y superación rápida y el morado, simboliza una relación intensa. Por el contrario, el crisantemo rosa o naranja representa el amor frágil o el amor dulce. Símbolo de este día son también la rosa, el tagete o clavel, que según la creencia mexicana tenía propiedades espirituales, además de la cala, dalia o el gladiolo; todas ellas flores resistentes y duraderas.
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