Más de 260.000 niños catalanes sufren pobreza severa, un 23% más que en 2013

Save the Children alerta de que sólo la creación de empleo de calidad podrá revertir la situación.

En Cataluña hay 261.970 niños que viven en hogares donde no entran los ingresos suficientes para poder encender la calefacción en invierno, pagar el alquiler a tiempo y mucho menos hacer frente a gastos imprevistos. La privación material es tal que, en muchos casos, no pueden disponen de televisión o frigorífico y más grave aún, garantizar una alimentación saludable , esto es, comer carne o pescado tres veces por semana. Son menores, en definitiva, que viven en situación de pobreza severa, en familias compuestas por tres o cuatro miembros que tienen que subsistir con menos de 9.000 euros al año, 750 euros al mes.

La pobreza severa entre la población infantil de Cataluña se ha disparado con la crisis. Si en 2013 afectaba al 7,7% de los menores, en 2015 alcanzó el 11,7%, lo que supone un incremento del 23%.

Así lo revela el informe de Save de Children «Desheredados. Desigualdad infantil, igualdad de oportunidades y políticas públicas en España», que pone el acento en el riesgo de perpetuación de la pobreza en la etapa adulta si el actual sistema no empieza a generar empleo suficiente y de calidad, pues hay que tener en cuenta que el tener un trabajo ya no garantiza un modo de vida digno. De hecho, en la comunidad catalana un 11% de los asalariados están en riesgo de vulnerabilidad, según CC OO.

Save the Children ofrece otros datos escalofriantes, como el que hecho de que el 73% de los más de 260.000 niños pobres vivan en «casas sobrecargadas», lo que deriva en impagos, cortes de suministros y desahucios.

Según la portavoz de la ong en Cataluña, Guiomar Todó, el aumento de la desigualdad infantil en esta comunidad se debe a que la destrucción de empleo durante a crisis afectó sobre todo a los hogares con hijos a cargo. Por eso, apunta Todó, la única forma de que puedan salir de esta situación es a través de la creación de empleo de calidad puesto que en Cataluña la inversión en protección social es escasa y no se distribuye de forma equitativa. «El actual sistema de protección social perpetúa la pobreza», sentenció.

Como medidas paliativas, Todó apuntó la necesidad de asegurar que estas familias no gasten más del 30% de sus ingresos en pagar los gastos derivados de la vivienda –y no el 58% como ocurre–, así como recuperar la prestación universal para la crianza de niños de hasta tres años, suprimida en Cataluña en el año 2011.