Cataluña
Pinchazo del soberanismo en la calle y ataques a la Policía
En una manifestación convocada por la ANC, Òmnium Cultural y otras entidades, para protestar contra las condenas dictadas por el Tribunal Supremo a los líderes del procés.
Unas 350.000 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona, se han manifestado esta tarde en Barcelona bajo el lema "Libertad"para mostrar su rechazo a la sentencia del procés.
El independentismo proyectó ayer una nueva señal de debilitamiento. La manifestación que organizaron las entidades secesionistas, encabezadas por la ANC y Òmnium Cultural, para protestar contra la sentencia del «procés» se convirtió en un nuevo reflejo de la pérdida de fuerza que viene registrando el separatismo durante los últimos meses.La movilización, que discurrió por la calle Marina de Barcelona, congregó a 350.000 personas, 175.000 menos que en la huelga del 18 de octubre (525.000) y 250.000 menos que en la Diada (600.000), según cifras de la Guàrdia Urbana. Tomando como referencia la manifestación que se celebró en el mismo lugar el 11 de noviembre de 2017 –para protestar contra el encarcelamiento de los políticos presos–, la diferencia es aún más sustancial, ya que, en aquella ocasión, asistieron 750.000 personas.
Los datos, que fueron objeto de críticas por parte del independentismo –tanto Òmnium como la ANC acusaron al Ayuntamiento de Barcelona de «manipular» los datos y anunciaron que pedirán explicaciones–, han vuelto a poner de manifiesto que el separatismo sigue sin remontar el vuelo a pesar de que el fallo del Tribunal Supremo parecía el momento más propicio. Lastrado por la gestión política que ha hecho, entre otras cosas, de los meses posteriores a octubre de 2017 o de la sentencia del «procés», donde ha sido incapaz de urdir una respuesta clara y coordinada, el independentismo atraviesa sus horas más bajas desde que arrancó el «procés». No solo la concurrencia a las manifestaciones se ha convertido en una prueba de la tendencia a la baja, también las urnas o las encuestas han empezado a confirmar esa dinámica.
En las elecciones generales del 28 de abril, las fuerzas constitucionalistas vencieron, con el 43 por ciento de los votos, a las fuerzas independentistas, que cosecharon un 39 por ciento de los sufragios. Una victoria electoral que solo tres meses después (a finales de julio) se reprodujo también en un sondeo de la Generalitat, donde los contrarios a la independencia (48,3%) superaban a los partidarios de la ruptura con España (44%) por primera vez desde las semanas previas al 1-O.
Para corregir esta espiral adversa, la líder de la ANC, Elisenda Paluzie, reclamó un paso adelante de las instituciones durante los próximos días. «Nos hace falta urgentemente una respuesta política institucional a la altura del momento historico que estamos viviendo», aseguró Paluzie, entre gritos de los manifestantes pidiendo «unidad». En esta línea, la líder de la ANC reivindicó el liderazgo de la calle, que consideró que no se está correspondiendo con la actitud de los políticos que, a su juicio, no han atendido el «clamor popular». Por su lado, el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, mostró una línea más contenida y se limitó a pedir «diálogo» como vía para resolver la crisis política, así como la libertad de los presos y el retorno de los «exiliados». «Haría bien el Gobierno en escuchar el clamor de las calles de Cataluña, que gritan libertad», afirmó Mauri.
Entre los intervinientes en el acto, también estuvieron la presidenta de la Associació Catalana pels Drets Civils y pareja de Jordi Turull, Blanca Bragulat; la representante de Unió de Pagesos Maria Rovira; la representante de Iridia Anaïs Franquesa, y representantes de la Taula del Tercer Sector y del Consell Nacional de la Joventut. El protagonismo fue para las entidades, a pesar de que todos los partidos independentistas también contaron con representantes.
La manifestación de ayer, convocada bajo el lema «Llibertat» a las 17 horas por las entidades separatistas, contó también con la participación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y del presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent.
Por la noche, los manifestantes convocados por los CDR lanzaron todo tipo de objetos contra el edificio de Policía Nacional lo que obligó a actuar a los Mossos. En los enfrentamientos, tres agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) destacados en Barcelona resultaron heridos, según informaron fuentes policiales. La peor parte se la llevó un agente de los Mossos d’Esquadra que resultó herido grave con fractura de rodilla al caer desde un vehículo.
En su cuenta de twitter, la policía catalana indicó que hubo lanzamiento de botellas de vidrio y otros objetos contundentes contra la linea policial en Via Laietana. Al menos otras cuatro personas resultaron heridas anoche después de las cargas policiales que ha habido y el lanzamiento de objetos por parte de los manifestantes.
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