Obesidad
Steven Abrams: «No se puede culpar de la obesidad y el sobrepeso sólo a la alimentación»
Doctor en Medicina, profesor y director del Departamento de Pediatría en la Dell Medical School University de Texas
«La curva de la obesidad ascenderá rápido en 20 años y gradualmente se estancará. Nosotros, más que de batalla hablamos de prevención y tratar a los niños con el problema».
–En España, el 57% de la población tiene sobrepeso u obesidad, lo que sitúa a España a la cabeza de la Unión Europea. ¿Hasta qué punto son preocupantes estos datos?
–El problema de la obesidad es a largo plazo. La obesidad de los niños trae muchas complicaciones, especialmente cuando son adultos. Tenemos muchos niños en estados Unidos, de 10 o 12 años, que tienen diabetes asociada a su obesidad severa. La obesidad también puede acarrear problemas cardíacos, pero también de autoestima y depresión. En el caso de las mujeres, cuando las adolescentes se hacen mayores, en caso de embarazo hay la posibilidad de riesgos asociados a esa obesidad.
– ¿Cuál es el motivo de estos altos porcentajes, que además van en aumento? ¿Qué componente cultural, socio-educativo y genético tiene la obesidad?
–Es importante no hablar de un único motivo. Sin duda alguna tiene componentes genéticos, pero la incidencia ha ido en aumento y, en cambio, nuestra genética no ha cambiado. Creemos que es una combinación de hábitos alimenticios y falta de ejercicio. En Estados Unidos los niños hacen mucho menos ejercicio, juegan mucho menos al aire libre ... y también la alimentación es un problema. Nosotros lo llamamos la «distorsión de las porciones», es decir que ahora se llena el plato hasta arriba. Hay gente que tiende a culpar de su obesisdad o sobrepeso a un solo tipo de alimento o tipo de comida, como la Coca Cola o el McDonald’s, y con eso yo soy más precavido: no me gusta identificarlo con un tipo de alimento o con un establecimiento en concreto.Otra cosa es el comer fuera. Los niños suelen comer peor fuera de casa, mientras que en casa las comidas suelen ser más sanas, más equilibradas. La última cosa que quiero destacar es que ahora además estamos viendo que la obesidad empieza ya en niños muy pequeños, de dos o tres años.
–En este sentido, hay estudios que señalan que en España no tenemos conciencia ni preocupación por la obesidad, con lo que las futuras generaciones están creciendo en este entorno. De hecho, 1 de cada 10 niños españoles tiene sobre peso u obesidad. ¿El problema es ese, que estamos maleducando a los niños en su estilo de vida, en su nutrición?
–Como he dicho, es muy difícil identificar un único factor y probablemente sea una combinación de varios. No se puede culpar sólo a la alimentación. Déjeme que le ponga un ejemplo. Se usa mucho la palabra «gordita» y ésta, en el fondo, refleja la aceptación del sobrepeso. O por ejemplo, en la cultura latinamericana, un bebé rollizo está considerado un bebé sano.
–En Estados Unidos la situación es realmente preocupante. A tenor de su experiencia y de lo que sucede allí, ¿qué nos espera en España si no intervenimos a tiempo para frenar esa tendencia hacia la obesidad y el sobrepeso?
–La curva de la obesidad ascenderá rápidamente en los próximo 20 años y, después, gradualmente se estancará. En Estados Unidos, 1 de cada 6 niños es obeso y 1 de cada 3 tiene sobrepeso, pero esas cifras, sobre todo en niños pequeños, se han estabilizado. Ahora la cuestión está en reducirlas. En cualquier caso, es difícil de prever qué pasará en España, porque los factores genéticos varían y además en España existe la influencia de un patrón dietético muy sano como es la dieta mediterránea.
–¿Qué es necesario para cambiar esta tendencia? ¿Cómo hay que actuar para no llegar al punto de Estados Unidos, por ejemplo?
–Primero hay que entender que la asociación entre sobrepeso e infancia es un problema y aunque tiene un factor genético, los hábitos, la cultura y las prácticas pueden tener un efecto. Además, tiene que haber políticas que respalden la actividad física durante la jornada escolar y no debería emitirse la publicidad de todos esos productos azucarados destinados a niños. Así, es importante tener espacios abiertos al aire libre para hacer deporte y actividades. No hay que culpar o avergonzar a la gente por tener sobrepeso, porque vivimos en una sociedad muy fijada en el tema del peso.
–¿En qué consiste el problema del sobrepeso y la obesidad asociados a la infancia?
–Es verdad que un sobrepeso moderado en un niño no causa diabetes, pero es un recorrido hacia la obesidad en la etapa adulta que podría llevar a esos problemas. Los niños con sobrepeso suelen tener problemas de hierro, de falta de proteína, alto contenido en grasas, mucho azúcar...
–¿La dieta mediterránea es la mejor herramienta para combatir la obesidad?
–Nosotros, más que de batalla hablamos de prevención. Por un lado está la prevención de la obesdiad y por el otro, el tratar a los niños que ya la tienen. Para la prevención no solamente es conveniente la dieta mediterránea, que está muy bien, sino que una dieta vegetariana también puede ser un buen método de prevención, o una dieta americana, pero con menos cantidades.
–¿Qué papel juega la actividad física?
–Ha de ser algo regular y ha de girar en trono a media hora o una hora al día. Da igual lo que sea, tenis, fútbol, natación...
–La obesidad es un riesgo para la salud de las personas que la padecen pero también supone un importante gasto económico. En España los gastos sanitarios por obesidad alcanzan el 7% del total. ¿Se está haciendo algo mal? ¿La acción ha de centrarse en educar y prevenir y no en tratar?
–Es necesario prevenir y tratar, porque si ya hay una incidencia de obesidad que va en aumento, uno no puede ignorar la parte de tratamiento. En Estados Unidos existe ahora el debate sobre si los niños realmente obesos han de ser sometidos a cirugía, frecuente en adultos
–A nivel de las administraciones ¿es necesario hacer una intervención, actuar?
–Las políticas gubernamentales son importantes porque los gobiernos alimentan a la gente y son los que establecen las pautas de actividad física. Ha de ser una asociación público-privada.
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