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Sucesos

Un nuevo robo con violencia en un chalet pone en alerta al Baix Empordà

Cuatro encapuchados asaltan una casa y atan al propietario en Platja d'Aro

La Razón
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«Tenemos miedo». Fue la respuesta de una vecina de la urbanización Mas Nou de Platja d'Aro (Girona) ayer tras el nuevo asalto violento que ha tenido lugar en la localidad. Desde que el pasado noviembre murió el presidente de la patronal de los empresarios gerundeses, Jordi Comas, tras el robo en su casa de Platja d'Aro que perpetraron tres encapuchados, el temor de los ciudadanos se ha disparado.

Los Mossos d'Esquadra han aumentado la vigilancia en la zona del Baix Empordà –los robos con violencia se han repetido en viviendas aisladas de localidades dispares–, pero el efecto disuasorio, por el momento, no se ha producido. La noche del sábado, en un chalet de la urbanización Mas Nou se volvió a repetir un patrón que tiene en alerta a los vecinos. Cuatro personas entraron en la vivienda y, tras amenazar a la familia y atar al propietario, se llevaron unos 20.000 euros que guardaba en la caja fuerte, además de joyas.

El propietario resultó herido leve y fue trasladado al hospital de Palamós, donde fue atendido de diversas contusiones y sometido a una exploración médica, informó Efe. Los servicios de emergencia también tuvieron que atender a las otras personas que se encontraban en la casa por crisis de ansiedad.

El del sábado es el segundo asalto de características similares que se ha producido en dos localidades cercanas en la misma semana. El otro se produjo en Sant Feliu de Guíxols y fue protagonizado por tres encapuchados que asaltaron con violencia una casa. Amenazaron al dueño con un arma blanca, le ataron y le amordazaron para llevarse 5.000 euros que encontraron en la vivienda.

Ayer, el alcalde de Platja d'Aro, Joan Giraut, lamentó el nuevo robo violento, un ejemplo más de lo que está ocurriendo «demasiado a menudo» en las comarcas gerundenses.

Los vecinos están asustados porque muchas de las viviendas en las que se producen estos atracos están aisladas, lo que las convierte en un blanco perfecto para este tipo de asaltantes. Actúan rápido y de un modo más o menos similar. Aprovechan que alguien de la casa ha salido al jardín para obligarle a entrar con ellos o fuerzan alguna de las puertas. Una vez dentro, no dudan en amenazar a los propietarios, les atan y les amordazan para hacerse con el botín.

Vigilancia insuficiente

En el caso del presidente de la patronal gerundense falleció, a los 67 años de edad, tras ser amordazado junto a su mujer cuando entraron en su domicilio. Comas ya había sufrido un intento de robo tres semanas antes. Cuatro días después del fatal asalto, su hermana fue víctima de otro robo, aunque en esta ocasión no había nadie en la casa.

Los Mossos han reforzaron los controles y la vigilancia policial en localidades como Platja d'Aro, Calonge y S'Agaró, donde hay numerosos chalets y segundas residencias de alto nivel, para intentar rebajar la alarma social, pero los sucesivos robos violentos de las últimas semanas mantienen en vilo a los vecinos, que reclaman más seguridad.