Gastronomía

Una cocina donde el producto fresco manda y el vino potencia

El restaurante Osmosis no tiene carta sino que apuesta por un menú degustación que se renueva cada dos semanas

El restaurante Osmosis es un establecimiento que ha apostado por el producto de temporada y fresco, con una carta nada hermética
El restaurante Osmosis es un establecimiento que ha apostado por el producto de temporada y fresco, con una carta nada herméticalarazon

«Me gusta decir que es un taberna moderna, porque hay mucha dinamización de los platos», comenta Nacho Montes, copropietario junto a Frederic Fernández del restaurante Osmosis. Y es que en este establecimiento se ha apostado por el producto de temporada, fresco, por lo que se ha querido huir de la típica carta hermética y prefijada para potenciar el menú degustación, que se renueva cada quince días y donde el producto es el protagonista.

«Nuestra cocina es una cocina honesta porque trabajamos principalmente con el mejor producto, a ser posible de proximidad, y fresco», señala Montes, quien asegura que «todo lo que compramos por la mañana se sirve durante el día». «Al final de la jornada, nuestra nevera está prácticamente vacía y esto lo podemos hacer porque no tenemos carta», explica el propietario,

Y con una materia prima de tanta calidad es casi una obligación respetar al máximo el producto en el proceso de elaboración de los platos. «Nuestra cocina es mediterránea, con mucha base de la cocina tradicional catalana, lo que hace que estén muy presentes los contrastes como mar y montaña o dulce y salado; y además es una cocina sin fuegos artificiales, cuanto menos productos de sosa y texturas que no sean propias del producto, mejor», comenta Montes.

En resumen, la oferta gastronómica del restaurante Osmosis se basa en tres premisas como son «una cocina de producto, unas buenas cocciones y una buena conjunción de elementos» y ésta se presenta en la fórmula del menú degustación. Éste, en su versión más corta, consta siempre de dos entrantes, un pescado, una carta y postre y normalmente uno de los platos es una arroz. Su precio es de 38 euros –con bebida incluida– pero existe también una versión más extendida, que cuenta además con dos platos típicos y característicos del restaurante como es el foie mi cuit y un postre de chocolates. Él menú degustación más extenso cuesta 55 euros. «La relación calidad precio es muy buena porque gracias a la fórmula del menú podemos ajustar más los precios», destaca Montes, quien además recuerda que también existe un menú de mediodía entre semana, que permite al comensal seleccionar y degustar tres platos del menú extenso por sólo 25 euros.

Y si en el plato el protagonista es el producto, en la mesa el vino juega también un papel destacado. «Los vinos son muy importantes para nosotros. Una buena comida normalmente ha de ir acompañada por un buen vino», señala el propietario, quien recuerda que «al año hacemos unos 4 mil maridajes». «Hacemos una gastronomía muy rica y necesitamos vinos que tengan muchos matices», apunta Nacho, quien en este sentido destaca que «tenemos cinco vinos propios, que elaboramos nosotros». «Estamos muy encima del vino para que ligue con nuestra cocina», incluido el vino de la casa.

En cuanto al ambiente, Osmosis cuenta con dos espacios distribuidos en dos pisos, donde la intimidad y comodidad están garantizados. Además, el de la planta superior, al que se accede pasando por delante de la cocina a la vista, tiene tres reservados.