Gastronomía
Una oferta de lujo que mantiene su carácter original
El Botafumeiro es garantía de producto de máxima calidad, con. un pescado y un marisco excelentes, y un aire clásico.
El Botafumeiro es garantía de producto de máxima calidad, con
un pescado y un marisco excelentes, y un aire clásico.
El lograr situarse como uno de los referentes gastronómicos de la ciudad de Barcelona es una tarea dura y complicada, pero mantener esta condición al cabo de los años y con la extensa y variada oferta que existe hoy en día en la Ciudad Condal es ardua misión. Pese a ello, el Botafumeiro ha logrado conservar el título de marisquería clásica de Barcelona durante más de 42 años.
«El Botafumeiro es una institución», asegura su propietario, José Ramón «Moncho» Neira, dueño del grupo de restauración Moncho’s, quien señala que «siempre hemos querido mantener el estilo clásico y tradicional del establecimiento, aquel saber hacer de los grandes restaurantes de antes, pero poniéndonos al día, con un espíritu crítico».
Por su parte, Noa El Hadri, esposa del propietario, indica que «en el Botafumeiro hay un protocolo en todo, un estilo formado por un conjunto de cosas, pero sobre todo es un restaurante conocido por su materia prima». «Lo mejor del día estará siempre en Botafumeiro, que tiene el mejor género del mercado, un pescado y un marisco de excelente calidad, y el cliente tiene garantía siempre de que no habrá otra cosa mejor en el mercado que lo que se sirve aquí», asegura Noa para a continuación señalar que «es un círculo de confianza que va desde el proveedor de toda la vida hasta el comensal». De hecho, gran parte del producto viene a diario en avión directo desde las lonjas gallegas, mientras que el resto es pescado y marisco salvaje de los pescadores catalanes, y todo ello se expone a diario a la vista del cliente en la vitrina de la entrada del restaurante, así como en el vivero.
Y con esta materia prima, la oferta gastronómica del establecimiento se fundamenta en una cocina marinera tradicional con un toque gallego, «con bastantes recetas antiguas, que proceden de la madre de Moncho», revela la propietaria, y una carta que fomenta el concepto de compartir. «La gente viene sobre todo a comer marisco y suele pedir bandejas paa compartir», explica la propietaria, quien concretamente se refiere a «las ostras de cuerda gallega, que tienen mucha fama». «Además, a diario ofrecemos las sugerencias del día en función del producto del mercado», añade.
Nivel de exigencia
En definitiva, el restaurante Botafumeiro cuenta con una clientela exigente, que sabe lo que quiere y que valora una calidad del producto garantizada, por eso en este establecimiento no se puede bajar nunca la guardia, ya que como señala Moncho, «la gente viene con expectativas y no puedes defraudar». Y esas expectativas se concretan, a su entender, en «un gran servicio, con la mejor atención al comensal, y en la garantía de que se trabaja con el mejor producto de la ciudad».
En cuanto al ambiente, su propietaria señala que el Botafumeiro es un «restaurante clásico, como de otra época», en el que la madera cuenta con un gran protagonismo, especialmente la de roble. «Se trata de una ambiente que se creó solo y que nosotros no queremos cambiar», destaca Noa El Hadri.
Para la dueña del establecimiento, «es precisamente por ese ambiente, por el carácter y la personalidad del restaurante y por todo lo que se ha vivido en él que el Botafumeiro es un establecimiento con historia, patrimonio de la ciudad de Barcelona, un lugar que el cliente hace suyo», un cliente al que ella divide en dos grupos diferenciados. Por un lado, el cliente de la barra, principalmente barcelonés, al que el servicio ya conoce y sabe de sus gustos, el cual tiene ya su espacio en la barra; por el otro, el cliente del restaurante, que se siente en la mesa y busca en la carta la oferta más apetecible.
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