Xavier Pellicer, la propuesta con la que el chef deja fluir su esencia

Xavier Pellicer arrancó hace apenas un par de meses una nueva etapa profesional con la apertura del restaurante que lleva su nombre, un establecimiento en el que el chef proyecta plasmar su esencia en todo su plenitud, expresar su forma de entender la cocina sin trabas ni límites.

Xavier Pellicer arrancó hace apenas un par de meses una nueva etapa profesional con la apertura del restaurante que lleva su nombre, un establecimiento en el que el chef proyecta plasmar su esencia en todo su plenitud, expresar su forma de entender la cocina sin trabas ni límites.

En este inicio, tal y como apunta su propietario, el restaurante «conserva el fondo, y la propuesta del Céleri», proyecto en el que estuvo trabajando Pellicer hasta que cerró sus puertas en septiembre, pero la idea es que «se produzca una evolución, acorde con este nuevo espacio». Por ahora, como novedad, ya se ha incorporado a la oferta «la brasa, el wok y el taijin, técnicas que nos ayudan a redirigir cómo trabajamos», apunta el chef.

Así pues, el restaurante Xavier Pellicer apuesta por el «respeto a la temporalidad del producto y con las verduras como eje principal, de manera que la oferta se estructura en torno a elaboraciones veganas, vegetarianas y algunas con proteínas, las cuales nunca exceden el 30% del plato final», explica el chef. «La verdura siempre ha sido el hermano feo del plato y queremos enseñar que, tratadas con imaginación y excelencia, dan platos que uno no se podía imaginar».

En definitiva, se trata de una propuesta centrada en la biodinámica, la cual respeta el trabajo de los payeses y los pequeños proveedores ya que, como asegura Pellicer, quien consiguió una Estrella Michelín con el Céleri, «los productos hechos con energía, con cariño, tienen un contenido energético potente y nos permiten hacer platos que a la gente les sienta muy bien».

En este contexto, la carta de este nuevo restaurante «expresa un lenguaje propio, muy ligado a la temporalidad del producto», pero además, la tecnología con la que cuenta la cocina y la técnica de los cocineros están enfocadas también a «sacar el máximo rendimiento a la materia prima». «Con la elaboración queremos potenciar el producto, del que somos unos enfermos», afirma el chef, quien ha apostado por una propuesta pensada para compartir, por lo que los platos se sirven en medias raciones.

El restaurante cuenta también con un menú de mediodía, que cambia a diario y que ofrece un primero, una media ración de un principal y postre más bebida por 28 euros. Además, oferta un menú más elaborado, el cual puede ser vegano, vegetariano o con proteína, al gusto del cliente, que consiste en ocho o nueve pases a partir de una selección de platos de la carta por 48,5 euros.

Y todo ello tiene como escenario el comedor principal, un lugar luminoso, con paredes de piedra, mesas de madera y una larga barra en la que se puede comer, pero el establecimiento cuenta también con un espacio anexo que comunica con el comedor , el cual dispone solo de seis mesas y se ha bautizado como ‘El Menjador’, en el que el chef ofrece tres menús degustación–vegano por 99 euros, vegetariano por 126,50 euros y omnívoro por 165 - pero con un toque más exclusivo.