¿Y si las series de televisión crearan desigualdad social?

La Beckett acoge el ciclo «La revolució dels gèneres» sobre cómo la ficción nos modela.

La ficción es un espejo deformante en el que definimos la imagen de nosotros mismos. Como en los célebres espejos del Tibidabo, vemos primero nuestro redondeado cuerpo o nuestras alargadas piernas o nuestro torsos kilométricos , y sin ninguna capacidad crítica parece que los creamos reales. No sólo lo creemos, sino que inoculan una verdad acrítica que nos hacen creer que son espejos inofensivos, no relacionados de forma directa. Novelas, películas, series de televisión, obras de teatro no reflejan, entonces, ninguna realidad, no pueden o no saben hacerlo, sino una voluntad de ser que en el peor de los casos puede crear estigmas que degeneren dicha imagen.

No hay, por tanto, inocencia en ninguna obra de ficción, sino una sujeción política del ser, tal vez inconsciente, sí, pero siempre definitoria, para preponderar una visión del mundo y del ser humano. Es decir, somos seres deformados, ficticios en el estricto sentido del término. ¿Lo somos siempre? ¿Hay algo real en el ser humano que pueda ser «reflejado»? No, no lo hay, por tanto la decisión de mostrarnos de una u otra forma siempre es una decisión política.

Al menos esta es la tesis detrás del ciclo «La revolución de los géneros», que la Sala Beckett estrena la próxima semana para abrir una reflexión en torno a los roles masculinos y femeninos creados en la ficción y cómo nos afectan e influyen. «Como creadores seguimos teniendo una especie de cultura machista atávica. Este ciclo nos interpela directamente y nos demuestra que tenemos una responsabilidad para que las cosas cambien en cómo el género queda reflejado en la ficción», señala Toni Casares, director de la Beckett.

El ciclo está formado por conferencias, talleres y obras de teatro que reflejan de forma teórica, práctica y experencial cómo la ficción es capaz de encarcelar nuestra relación con nuestra propia identidad. Comisariado por Laia Grau, especialista en políticas de género, el ciclo se divide en dos partes. La primera, identificar y demostrar cómo la ficción ha servido de vehículo de control de cómo entendemos los roles de género. La segunda, y más hipotética, cómo podemos hacer para conseguir la plena liberación asexual a través de la ficción. «Queremos abrir una vía de pensamiento a cómo cambiamos esta situación deformante de los roles de género. Una forma, por ejemplo, es la transexualidad, que dinamita el sistema binario hombre/mujer que nos hemos impuesto y cómo podemos borrar los límites que crean», asegura Grau.

El ciclo incluye, entre otros, conferencias como «El género en las series de televisión americana, desde Donna Reed hasta la Edad de Oro actual», que intentará demostrar con múltiples ejemplos cómo no somos tan modernos como creemos. También habrá una conferencia del sociólogo Miquel Missé sobre el hecho trans a partir de su experiencia personal u otra sobre: «estereotipos, normas de género y otros cuentos de terror».

También se programarán tres obras de teatro. La primera, escrita precisamente para el ciclo, es «Eva i Adela als afores», de Mercè Sarrias, con Sílvia Bel y Rosa Renom. «Son dos mujeres que deciden huir de la realidad y vivr en la ficción hasta que una duda moral las hará replantearse su decisión. Es una obra con mucho humor y poesía», explica Sarrias. Además, se han recuperado dos hitos sobre identidad trans como «Limbo» y «Crotch».