Comunitat Valenciana
El monte, en peligro ante la «no gestión»
Los expertos critican la «visión contemplativa» de la Conselleria de Medio Ambiente
Los expertos critican la «visión contemplativa» de la Conselleria de Medio Ambiente
La superficie forestal valenciana gana cada año 3.000 hectáreas debido al abandono de la actividad agrícola de interior. Los almendros, la vid, los olivos... no dan rentabilidad al pequeño propietario que deja que su parcela vuelva a convertirse en monte. También hay mucha menos actividad ganadera pues apenas queda pastoreo.
El incremento de la masa forestal no sería una mala noticia si fuese acompañada de una gestión que no convirtiese al 60 por ciento del territorio en un polvorín.
El presidente de la Plataforma Forestal Valenciana, José Vicente Oliver, explica a LA RAZÓN los graves peligros que tiene la inacción de la Generalitat sobre las masas forestales. «Tiene una visión muy contemplativa. Ha apostado por la no gestión y todo el monte valenciano no puede ser como la Devesa de El Saler».
Este doctor Ingeniero de Montes insiste en que los bosques no se pueden regular ellos mismos, ya que viven bajo presión antrópica durante todo el año. Sirven de lugar de esparcimiento y también tienen población, que aunque poca, realiza trabajos en el campo. Las quemas en los montes siempre se han producido, la diferencia es que ahora no existen los «cortafuegos» naturales que suponían los campos.
Oliver remarca que, en general, la masa forestal está «muy densificada». Es más, apunta a que, salvo en excepciones como la de La Calderona, donde hay incendios recurrentes no se debería repoblar.
Calcula que unas 400.000 hectáreas provienen de la regeneración producida como consecuencia de los grandes incendios de la década de los 80 y 90. Tienen una densidad de entre 10.000 y 3.000 árboles por hectárea, cuando el estado óptimo es de mil pinos por hectárea.
De lo contrario, los árboles tienen demasiada competencia, se secan, son más vulnerables a la plagas y quedan «preparados» para quemarse.
el temporal, sin reparar
La falta de acción de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente ha llegado hasta tal punto que los daños producidos en invierno por el temporal, que dejó cientos de árboles caídos, aún no se han reparado. Oliver reconoce el esfuerzo económico realizado para llevar a cabo estos trabajos- cinco millones- pero lamenta que la tramitación haya sido tan larga que se ha autorizado ahora, cuando se prohíbe cualquier tipo de actividad con máquinas precisamente por el riesgo de incendio. «¿Qué hubiese pasado si a día de hoy las playas estuviesen sin reparar de los daños del temporal?»
A estos problemas se añade el de la sequía, «se ha producido un círculo vicioso ante el que la Administración no hace nada», «son conservadores en el sentido radical de la palabra».
El presidente de la Plataforma Forestal Valenciana califica de «ejemplar» los medios de extinción de los que dispone la Generalitat, pero remarca que hay que coordinarlo con la prevención. «Es como si estuviésemos gastando 20 veces más en quirófanos que en vacunas o en atención primaria».
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