Estudian traer a Valencia los juzgados de ejecutorias de Alzira, Paterna y Torrent

VALENCIA- El Consejo General del Poder Judicial estudiará el traslado de los Juzgados de ejecutorias de las localidades de Alzira, Paterna y Torrent a la sede central de Valencia. De hecho, las propias sedes judiciales en el Orden Penal de estas tres localidades serían instancias delegadas de Valencia, ya que en la provincia solo Gandía cuenta con juzgados de lo Penal propios. Por lo tanto, las ejecutorias también dependen jerárquicamente de Valencia.

Los Juzgados de ejecutorias son los encargados de realizar todo el trabajo posterior al dictado de la sentencia y, en este ámbito, como explican fuentes judiciales «sus quehaceres son inefables» ya que pueden ir desde el ingreso en prisión de un reo, «este sería el trámite más sencillo», hasta la supervisión de la realización de trabajos para la comunidad, o el pago de multas, indemnizaciones o demás cuestiones dinerarias.

Por lo tanto, en determinados casos, es mayor el trabajo cuando se acaba el juicio y se dicta sentencia, a los trabajos previos de instrucción y vista.

El problema de sobrecarga de trabajo en estas tres sedes judiciales podría calificarse de «histórico», si bien no debe ser muy superior al que padece Valencia.

De hecho, «si las ejecutorias de Alzira, Torrent y Paterna pasan a Valencia, se liberarán dichos Juzgados pero se colapsará Valencia», por lo que concluyen que la medida es «cosmética» y pretende cambiar el problema de sitio, para «alargarlo en el tiempo».

El retraso en la ejecutorias del orden penal es un problema enquistado de la Justicia española que se pretendía solucionar con la creación de la oficina judicial, que delegará en buena medida, muchas de las tareas de los jueces a los secretarios judiciales, y a oficinas «trasversales» dispuestas al efecto.

El retraso cada vez más grave de la implantación de la oficina judicial ha hecho que algunos juzgados estén al límite, y los que presentan rasgos de mayor gravedad son los de ejecutorias.

El retraso en la ejecución de una pena deja en la calle a miles de delincuentes cada día que ven como su ingreso en prisión se va demorando.