Comunitat Valenciana
La empresa familiar pide apoyo al Consell
Critican que no les ha tenido en cuenta en el plan de industrialización y solicitan una reducción de los trámites burocráticos
Critican que no les ha tenido en cuenta en el plan de industrialización y solicitan una reducción de los trámites burocráticos
La empresa familiar representa el 90 por ciento del tejido productivo valenciano y el 85 por ciento del trabajo privado. Con estas cifras, el presidente del Instituto Valenciano de Empresa Familiar (IVEFA), José Bernardo Noblejas, reivindica un espacio en la industrialización de la Comunitat, a la que que aportaría creación de empleo, fidelidad y voluntad de continuidad que caracteriza a estos empresarios.
Noblejas considera que ahora hay una oportunidad de oro para que la empresa familiar forme parte de ese desarrollo industrial -incluida la industria agrícola- y por ello reclama apoyo político y financiero.
«Se lo hemos dicho a la Conselleria de Economía, pero no vemos la figura de la empresa familiar» en el diseño de la industrialización de esta región.
La forma de apoyar a la empresa familiar «no es darle», sino «quitarle palos de las ruedas», y en este sentido cita el acceso a la financiación valorando el proyecto de la empresa, favorecer la sucesión, la inclusión en proyectos de las Administraciones Públicas y reducir la «carga pesadísima» de la burocracia que obliga a destinar personal a trabajo «improductivo».
En una entrevista a Efe con motivo del vigésimo aniversario de la asociación, destaca el problema de la financiación al que se enfrenta la empresa familiar, ya que a las dificultades que han soportado las empresas durante los años de la crisis se suma un segundo elemento: que un banco no acepte financiar a la empresa a pesar de que ésta tenga una buena cuenta de explotación porque ya tiene hipotecado su patrimonio con otra entidad.
Este es, a su juicio, uno de los retos que tiene el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), en la línea de que quede reflejado que no se puedan dar peores condiciones a una empresa que avale el crédito con su patrimonio.
Añade que tampoco puede castigarse a una empresa familiar en el acceso a la financiación por tener un proceso de sucesión abierto, y debería evaluarse cómo se está llevando a cabo el procedimiento.
En cuanto al «efecto Cataluña», asegura que «no es plato de buen gusto» y apuesta por dar las máximas facilidades a las empresas que se trasladan a la Comunitat Valenciana, mejor si son sociedades industriales. «Prefiero que vengan industriales, que vengan las fábricas, y no solo las sedes sociales», puesto que «la industria genera empleo, riqueza, imagen y marca».
Incide en que la empresa familiar ha sufrido una transformación, tanto o más, que el resto, en gestión, tecnología y globalización, y en ese proceso ha pasado de ser eminentemente agrícola a mucho más tecnológica y de servicios, pero no ha desarrollado su parte industrial.
De hecho, las empresas familiares del sector industrial solo representan alrededor del diez por ciento mientras que el comercio y los servicios aglutinan el resto.
✕
Accede a tu cuenta para comentar